Mousse de plátano



Con esta receta de rica mousse de plátano podrás aprovechar esos plátanos maduros que han quedado olvidados en el frutero. Es una buena manera de comer fruta de una manera diferente y de dársela a comer a aquellos que son reacios a probarla en su estado natural. Niños y mayores quedarán encantados con la textura cremosa y el sabor de esta mousse.
En nuestra página puedes aprender a hacer otras recetas de rica mousse. En nuestra sección de dulces, encontrarás recetas como la de mousse de chocolate con nata montada, o la de mousse o espuma de fresones.


Ingredientes [Para 4 personas]:
Plátanos maduros - 3
Azúcar glas - 75 gramos
Zumo de limón - 1 limón
Mantequilla - 60 gramos
Ron - 55 gramos
Agar-agar en polvo* - 1 gramo
Canela molida - 1/2 cucharadita
Nata para montar - 300 gramos
Tulipas - 4
Barquillos de chocolate - 8

Si desconoces lo que es el agar-agar, te invitamos a que leas nuestro artículo agar-agar o gelatina vegetal.


Elaboración de la Receta
En primer lugar, montamos la nata con el accesorio de varillas de nuestro robot de cocina o de la batidora de mano eléctrica.Una vez montada, vertemos la nata en un cuenco, y reservamos.
A continuación, ponemos la mantequilla en un cuenco pequeño y la metemos en el microondas. Calentamos a máxima potencia durante 30 segundos para que se derrita.
Ponemos los plátanos pelados en el vaso de la batidora, junto con el azúcar, el zumo de limón, la canela y la mantequilla derretida.
En un cazo, echamos el ron y el agar en polvo. Llevamos a ebullición. Cuando hierva, mantenemos en el fuego durante 1 minuto y apartamos.
Añadimos el ron al vaso de la batidora donde están los plátanos. Trituramos todo hasta obtener una mezcla homogénea.
Incorporamos la mezcla al cuenco donde tenemos la nata montada, y mezclamos, ya sea con el accesorio de varillas de la batidora eléctrica o manual, hasta que la mezcla de plátano se integre en la nata.
Una vez que hemos terminado de incorporar la mezcla de plátanos a la nata, tapamos el cuenco con un plástico y lo metemos en la nevera. Lo dejamos reposar durante, al menos, 4 horas.

Para servir; con la ayuda de una manga pastelera, repartimos la mousse en las 4 tulipas. Decoramos cada tulipa con 2 barquillos de chocolate y culminamos nuestro postre espolvoreando un poco de canela molida por encima.

Anotaciones y Consejos
Para esta receta es importante usar plátanos maduros, ya que de este modo aportarán mayor sabor a nuestro postre y una textura más cremosa.
Si no encontráis agar-agar, podéis hacer uso de gelatina animal, en ese caso debéis poner 3 hojas de gelatina.
Os animamos a que hagáis otras preparaciones mezclando otros tipos de fruta.

Tarta de requesón casera





Una tarta deliciosa y novedosa que nunca había probado, nada más tomarla la tuve que realizar para vosotros y.. dicho y hecho! Aquí tenéis la receta de tarta de requesón, un sabor digno de las mejores tartas de queso, puede ser otras que ya os mostré en su día: La tarta de queso de arándanos o la Tarta de queso y chocolate.
Para los más dulces, recuerda que podrás servirla acompañada de una buena mermelada, o chocolate caliente a modo de cobertura. Si no te gustan las tartas de queso, recuerda que tengo a tu disposición otras como la Tarta de Manzana o la Tarta de Santiago, recetas de cocina deliciosas y para todos los gustos.
Espero que os guste la tarta, cualquier duda que tengáis, te espero en las redes sociales o en los comentarios para solucionarlas.


INGREDIENTES [1 tarta para 4 comensales]:
Requesón 0 % en grasa - 250 gramos
Yogur natural desnatado - 1 unidad
Huevos - 2 unidades
Levadura química - 2 cucharadas pequeña
Ralladura de limón - de 1 unidad
Azúcar - 1 medida equivalente al vaso del yogur
Harina - 1 medida equivalente al vaso del yogur
Leche desnatada - 1 medida equivalente al vaso del yogur


ELABORACIÓN DE LA RECETA
1. Precalentamos el horno 15 minutos a 220ª C. Introducimos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y batimos hasta conseguir una mezcla bien homogénea.
2. En un molde para bizcochos, colocamos una hoja de papel vegetal y añadimos la mezcla. Horneamos durante 45 minutos a 180º Grados. Para comprobar si está en su punto, la pinchamos con la ayuda de un pincho o tenedor y si sale limpio significa que nuestra tarta esta lista.
3. Dejamos enfriar en el horno durante 20 minutos aproximadamente y sacamos del horno. Dejamos enfriar totalmente y desmoldamos.
4. La podemos servir cubierta con mermelada de arándanos o servir sola con la mermelada aparte.


ANOTACIONES Y CONSEJOS
Hemos elaborado la tarta con productos bajos en grasas, pero obviamente la podemos realizar con productos enteros.
La mermelada puede ser la fresa, frutos rojos, frambuesa y además es opcional, dependiendo de las calorías que nos podamos permitir.
Es una tarta deliciosa para desayunos o meriendas…. acompañado de un chocolate caliente ya sería alcanzar el cielo

Patatas rebozadas





Que podría yo decir de este plato…, me lleva a la niñez, cuando se ponían en la mesa para mi ese día era fiesta, recuerdo a mi madre y a mi abuela haciéndolas muy afanadas durante la mañana ya que hacían comida para 8 ó 10 personas… que paciencia jejejeje, la verdad es que dan un poco de trabajo pero merece la pena. Otro plato único, exquisito y económico, otro plato que no hay que dejar que caiga en el olvido…. y fíjate, si no tienes clara la comida, con patatas y huevos tienes una comida con la que a mí… me enamorarías jejejeje. Te animas a hacerlas?


Patatas rebozadas, ingredientes para 4 personas:
1 kg de patatas.
3 huevos frescos y harina para rebozar las patatas.
Caldo de carne.
Aceite de oliva, 1 cebolla mediana, 3 dientes de ajo y perejil para la salsa
Hilos de azafrán para darle color y sabor, también te sirve el colorante para el arroz…

Patatas rebozadas, preparación:
Para empezar, lavamos y pelamos las patatas, las cortamos en rodajas de 1/2 cm. aproximádamente, sazonamos y las rebozamos con harina y huevo, las freímos a fuego medio y las colocamos en la cazuela donde las vayamos a cocer.
Por otro lado haremos la salsa, picamos bien la cebolla y los ajos, cuando ya se esté dorando añadimos el perejil.
Una vez hecho el sofrito se lo añadimos por encima a las patatas, cubrimos con caldo de carne, añadimos el azafrán y dejamos que cueza durante 25 ó 30 minutos, pinchamos una patata para ver si están hechas y ya está…. vaya pues es más fácil de lo que parecía, seguro que vais a disfrutar comiendo este plato y a más de un@ os traerá recuerdos de antaño… es tu caso?

Patatas a lo pobre o con vinagre y ajo




Plato típico de la cocina y gastronomía española, en particular de la provincia de Granada (Andalucía). Puedes tomarlas a modo de tapa o aperitivo acompañadas de un vinito o una cerveza bien fresquita, o bien, como guarnición para unas costillas asadas. Tiene ese toque de acidez del vinagre que las convierte en un plato característico de sabor inconfundible.

INGREDIENTES [4 Personas]:
Patatas - 2 unidades
Cebolla - 1/2 unidad
Ajo - 1 diente
Vinagre de Vino Blanco - 1 chorro
Aceite de Oliva Virgen - 1 chorro


ELABORACIÓN DE LAS PATATAS A LO POBRE
Pelamos las patatas y las cortamos de manera muy fina, puedes hacerlo a mano o con el cortador mecánico, si dispones de uno, las salamos. Cortamos la cebolla de igual forma.
Echamos un chorrito de aceite en la sartén, la cantidad idónea para cubrirlas. Freímos a fuego lento la cebolla y las patatas hasta que nos queden blandas y no tostadas. Importante que nos queden tiernas. Una vez fritas las sacamos del aceite y reservamos en un plato, dejarlo a mano pues en el siguiente paso nos hará falta tenerlas cerca!
Dejamos una pizca de aceite en la sartén anterior y freímos el ajo picado, cuando empiece a oscurecerse echamos un chorrito de vinagre de vino blanco y rápidamente lo volcamos sobre las patatas que hemos apartado.


ANOTACIONES Y CONSEJOS
Con esto concluimos el plato. El éxito de esta receta reside en el toque que le demos al freír las patatas, procura como he mencionado antes, no pasarte y no tostarlas, sobre todo que estén blanditas. Esto lo conseguimos con el fuego muy bajo y sobre todo con paciencia!

Patatas bravas fáciles





Hay pocos tapas que tengan tanta fama y se hayan extendido tanto como las patatas bravas. De origen madrileño, las bravas es una tapa típica española que consiste en tacos de patata fritos acompañados de una deliciosa salsa. En algunos establecimientos la salsa se elabora con tomate frito como base, mientras que los más puristas argumentan que el tomate no debe aparecer entre los ingredientes de la salsa brava. Si pasas por Madrid, visita las zonas de tapas más emblemáticas de la ciudad y disfruta con este delicioso plato.

En nuestras versión de bravas, nos hemos decantado por una salsa con un poco de tomate triturado natural.

En Cocina Casera podéis encontrar otras recetas de tapas elaboradas con patatas, como es el caso de nuestras riquísimas patatas con salsa alioli o nuestra clásica receta de tortilla de patatas.

Ingredientes [para 2-3 personas]:
Patatas - 2 unidades
Aceite de oliva - 4 cucharadas grandes
Ñora (pimiento seco) - 1 unidad
Caldo de carne - 100 mililitros
Harina de trigo - 1 cucharada grande
Sal - al gusto
Pimienta negra - al gusto
Pimentón dulce - 2 cucharadas grandes
Tomate rallado - 2 cucharadas grandes
Pimentón picante - 1 cucharada pequeña
Aceite de oliva - para freír


Elaboración de la Receta
Lo primero que vamos a hacer es poner la ñora en un cuenco con agua caliente. Tapamos y dejamos que se rehidrate durante 30-60 minutos.
Mientras rehidratamos el pimiento, continuamos con la receta. Pelamos las patatas y las cortamos en tacos de unos 3 centímetros.
A continuación, ponemos a cocer los tacos de patata. Podemos hacerlo al vapor o en una olla con agua. Cocemos la patata hasta que esté tierna, pero con cuidado de que no se no se haga demasiado.
Una vez cocida, la sacamos de la olla. Si la hemos cocido en agua la escurrimos.
Ponemos a calentar abundante aceite en una sartén.
En un cazo, ponemos a calentar también el caldo de carne.
Cuando el aceite esté caliente, añadimos los tacos de patata cocidos y los freímos a fuego vivo hasta que se doren.
Mientras las patatas se fríen, preparamos la salsa. Si lo deseamos, podemos preparar la salsa antes de cocer las patatas, en este sentido, que cada cual se organice de la manera que mejor le venga.
Para preparar la salsa; sacamos la ñora que tenemos en remojo y, con la ayuda de una cuchara, raspamos la carne con cuidado de no llevarnos la piel.
Ponemos la carne en un mortero y añadimos un poco de caldo. Machacamos bien para que la carne se disuelva en el caldo.
En una sartén, ponemos a calentar las 4 cucharadas de aceite.
Cuando el aceite coja calor, añadimos el pimentón dulce y el picante. Removemos.
A continuación, añadimos el tomate rallado y removemos para que se integre.
Añadimos un poco de sal y pimienta recién molida. Seguimos removiendo.
Ponemos en la sartén la harina y mezclamos para que se integre en la salsa.
Vertemos en la sartén la carne de ñora. Continuamos removiendo.
Por último, añadimos, poco a poco, el caldo de carne caliente, sin dejar de remover, hasta obtener la textura deseada. Una vez lista, reservamos la salsa.
Cuando las patatas estén doradas, las sacamos de la sartén y las ponemos sobre papel absorbente para retirar el exceso de aceite.
Servimos los tacos de patata con un buen chorro de salsa.

Anotaciones y Consejos
La salsa brava se conserva en perfecto estado, en la nevera, durante varios días.
Si no os gusta que la salsa pique demasiado, podéis optar por no añadir la pimienta, o por sustituir el pimentón picante por dulce.
Del mismo modo, si queréis un extra de picante, podéis incluir un poco de cayena entre los ingredientes

Mejillón en lecho de patata




Hoy presentamos un plato que puede servir tanto como un entrante o como un tapeo muy original, además de ser muy sano y nutritivo para cualquier ocasión. Se trata de los mejillones en lecho de patata, un aperitivo que se puede combinar y servir junto, por ejemplo, con los berberechos al vapor, cuya receta también ya la explicamos en esta misma página.

Sin más, vamos a explicar como realizar este delicioso entrante.


INGREDIENTES [4 personas]:

Mejillones - 3/4 kilo
Patatas cocidas - 3 de tamaño medianas
Sal - Una pizca
Pimienta negra - Una pizca
Pimentón dulce y/o picante - Lo suficiente para espolvorear el plato
Agua
Aceite de oliva virgen extra



ELABORACIÓN DE MEJILLONES EN LECHO DE PATATA

Limpiamos los mejillones, quitando los filamentos que llevan entre las conchas, para ello tenemos que agarrarlo con los dedos y con el cuchillo tirar de estos hasta arrancarlos completamente. Los lavamos bajo el grifo y los colocamos en una cacerola con tapa, cubiertos con agua.
Cuando empiece a calentarse el agua vamos retirarnos la espuma y en el momento de la la ebullición apagamos la cacerola sin retirar la tapa y dejamos unos minutos para que el vapor ayude a que se hagan y se abran totalmente. Dejamos enfriar, colamos el caldo y retiramos el mejillón de su concha y reservamos.
Mientras cogemos las patatas cocidas (ya sabemos que para cocerlas tenemos que ponerlas en agua a cocer unos 20 minutos aproximadamente o 10 minutos en el microondas (pinchándolas previamente con el tenedor, en ambos casos cuando las pinchemos tiene que entrar fácilmente si no es el caso pues unos minutos más). Las quitamos la piel, las partimos en trocitos, salpimentamos y en la fuente que vamos a utilizar las vamos espachurrando con el tenedor hasta forma un lecho uniforme. La consistencia será como la de un puré de patata.
Colocamos los mejillones encima del lecho de patata, espolvoreamos con pimentón dulce o/y picante, y añadimos generosamente (ya que la patata absorberá una buena parte) un chorro de aceite por todo el lecho.
Colocamos en el microondas unos 2 minutos y listo para servir.


ANOTACIONES Y CONSEJOS

Con respecto al caldo o fumet, mi recomendación sería congelarlo y utilizarlo para futuras recetas de pescado (arroces caldosos, pasta con marisco, etc....)

Mejillones al vapor



Los mejillones, o también conocidos en algunos países de América del Sur como choros, pertenecen al grupo de los moluscos bivalvos, del que también son miembros otros moluscos muy utilizados en la cocina como son, entre otros, las almejas, navajas y ostras. Con los mejillones se pueden elaborar numerosos platos. En países como España es muy habitual servirlos cocinados al vapor, para apreciar de este modo todo su sabor. También se utilizan como ingrediente destacado de otras elaboraciones, como por ejemplo para preparar unos deliciosos mejillones a la gallega sobre lecho de patatas o una rica fideuá de marisco.

Cada país tiene sus recetas tradicionales con mejillones, en Holanda y Bélgica se consumen con patatas fritas, tanto es así, que hay establecimientos que solo se dedican a vender este plato. En Grecia podemos encontrar el denominado "midopidafo", que es un plato elaborado a base de mejillones y arroz. En Nueva Zelanda este molusco se acompaña con una vinagreta que incluye chili entre sus ingredientes. Y, en Perú, se hacen los famosos "choros a la Chalaca", que consiste en un plato frío en el que los mejillones se acompañan de verduras.

Estos moluscos gozan de numerosas propiedades nutricionales, siendo ricos en diversos minerales y vitaminas. Si queréis ampliar vuestra información al respecto, os recomiendo la lectura de nuestro artículo; "Descubre las propiedades de los mejillones", en el que os damos interesante información al respecto.

Si os gustan las recetas con mejillones, os invito a que deis una vuelta por la sección de pescados y mariscos de Cocina Casera, donde podréis encontrar numerosas recetas en las que los mejillones ocupan un puesto destacado.


Ingredientes [Para 2-3 personas]:

Mejillones - 1 kilo
Aceite de oliva - 2 cucharadas grandes
Perejil picado - 3 cucharadas grandes
Sal - al gusto
Dientes de ajo - 3 unidades
Vino blanco - 100 mililitros
Pimienta negra - al gusto
Laurel - 1 ramita
Zumo de limón - 1/2 unidad



Elaboración de la Receta:

Lo primero que tenemos que hacer es limpiar los mejillones, retirando, con la ayuda de un cuchillo, los filamentos que hay atrapados entre las valvas y los crustáceos que puedan presentar adheridos a éstas. Para retirar los filamentos es importante tirar de ellos hacia la parte más estrecha de las valvas, esto es; hacia adelante y hacia abajo, para evitar así desgarrar la carne. Tras limpiarlos, los lavamos con agua y ya los tenemos listos para cocinarlos. Reservamos.
A continuación, pelamos los dientes de ajo y los cortamos en láminas.
Ponemos a calentar un poco de aceite de oliva en una sartén. Cuando esté caliente, añadimos los dientes de ajo laminados y la ramita de laurel. Cocinamos, a fuego medio, para que los ajos se doren muy ligeramente.
Añadimos el vino blanco, la pimienta y el zumo de medio limón. Llevamos a ebullición y cocinamos durante un par de minutos para que el alcohol del vino se evapore.
Echamos en la sartén los mejillones y un poco de sal. Tapamos y cocinamos , a fuego medio, durante, aproximadamente, 8 minutos, o hasta que los mejillones se abran.
Mientras se cocinan, quitamos los tallos más gruesos al perejil y picamos sus hojas finamente.
Una vez que los mejillones se han abierto, añadimos a la sartén el perejil picado y cocinamos un minuto más.
Retiramos la sartén del fuego y servimos los mejillones. Para ello, retiramos la valva vacía y ponemos en un plato la valva con el mejillón. Por último, regamos los mejillones con el caldo que tenemos en la sartén.
Servimos de inmediato.



Anotaciones y Consejos:

Para elaborar este plato debemos comprar los mejillones, a ser posible, el mismo día de su elaboración, o, como mucho, un día antes. Al tratarse de un producto vivo no debemos almacenarlo en la nevera por un periodo superior de tiempo. Si por cualquier contratiempo tuviésemos que almacenarlos algún día más, no debemos sumergirlos en agua. Cogemos un trapo, lo humedecemos con agua con sal, y envolvemos los mejillones.
A la hora de cocinarlos, debemos retirar los mejillones que no estén vivos, en este sentido, desechararemos aquellos ejemplares que, estando abiertos, no cierran sus valvas tras darles un pequeño golpecito. Del mismo modo, desecharemos los que no se hayan abierto tras las cocción.
Esta misma receta puede ser usada para preparar todo tipo de bivalvos, simplemente prueba a sustituir los mejillones por almejas o berberechos y obtendrás igualmente platos extraordinarios.

Disfruta el poder curativo del jugo de cáscara de limón




Este fruto es muy común en casi todo el mundo y se puede adquirir por un precio muy asequible en el mercado. A menudo, los consumidores toman el zumo de limón para aprovechar sus propiedades, ya que el jugo se puede ingerir fácilmente y su sabor ácido resulta agradable para combinar con muchos otros alimentos.

Sin embargo, la mayoría de personas tira las cáscaras de limón a la basura, desconociendo que estas poseen de 5 a 10 veces más nutrientes que el jugo de limón, entre los que se destacan la vitamina A y C, calcio, magnesio, beta-caroteno y potasio.

¿Cuáles son los beneficios de la cáscara de limón?


Además de los nutrientes mencionados anteriormente, la cáscara de limón contiene sustancias muy beneficiosas para la salud como es el caso del aceite esencial de limón, citroneal y felandreno.
Son ricas en antioxidantes y se destacan por la vitamina C, ácido cítrico, málico, fórmico, hesperidina y pectinas, entre otras.
La cáscara de limón contiene salvestrol Q 40 y limonela, que son dos ingredientes activos que podrían actuar sobre las células cancerígenas en sus primeras etapas, especialmente en casos de cáncer de mama, de colon y cáncer de piel.
Por sus altos contenidos de vitamina C y flavonoides, la cáscara de limón limpia los vasos sanguíneos, reduce los niveles de colesterol malo en la sangre y reduce la presión arterial alta.
Contiene calcio y otros minerales esenciales que fortalecen los huesos y ayudan a prevenir problemas como la osteoporosis.
El jugo o té de cáscara de limón está recomendado para combatir los gases intestinales, disminuir la inflamación abdominal, mejorar la digestión y eliminar los desechos del organismo.
Por su alto contenido de antioxidantes, la cáscara de limónprotege y descongestiona el hígado, eliminando las toxinas e impurezas que pueden afectar su salud.
Al igual que el jugo de limón natural, la cáscara de limón posee propiedades alcalinizantes que ayudan a regular el pH del cuerpo.
Debido a su alto contenido de vitamina C, la cáscara de limón está recomendada para reforzar el sistema inmunológico y prevenir enfermedades como las gripes, los resfriados y las infecciones.
El jugo de cáscara de limón es depurativo, aumenta el metabolismo y podría ayudar a perder peso.
Receta de jugo de cáscara de limón





El jugo de cáscara de limón es muy fácil de preparar y es una bebida ideal para refrescarte mientras beneficias tu cuerpo.

Ingredientes:
1 limón orgánico con su cáscara.
½ litro de agua.
Hielo.
Miel al gusto.

¿Qué debes hacer?

Lava muy bien el limón y luego mézclalo en una licuadora con el ½ litro de agua y una cucharada de miel. Si lo quieres bien frío, lo puedes mezclar con hielo y luego beber bien fresquito. Como resultado, vas a obtener una limonada parecida a la tradicional, aunque con el toque diferente que le proporciona la cáscara de limón.
Otras formas de aprovechar la cáscara de limón:
Receta de té de cáscara de limón
Si prefieres aprovechar los beneficios de la cáscara de limón en su forma tradicional, sigue los pasos de esta sencilla receta parapreparar té de cáscara de limón.
Ingredientes
2 limones orgánicos con su cáscara.
1 litro de agua.
Miel (opcional).
¿Qué debes hacer?
Coloca las cáscaras de limón en un litro de agua y ponlas a hervir durante 15 minutos. Retíralas del fuego y agrega el zumo de los dos limones. Finalmente le puedes añadir miel de abeja o un endulzante natural.

Ralladura de cáscara de limón
Una de las formas más populares y deliciosas de aprovechar los beneficios de la cáscara de limón es utilizando su ralladura.
¿Qué debes hacer?
Para prepararla, debes lavar y desinfectar bien los limones, ponerlos a congelar y luego rallar finamente las cáscaras con un rallador. Esta ralladura la puedes utilizar para tus ensaladas, tus jugos, pescados, carnes, postres, o bebidas calientes, entre otros.
Nota: para aprovechar al máximo los beneficios de la cáscara de limón, recomendamos conseguir limones orgánicos, libres de pesticidas. En caso de no conocer la procedencia de los limones, una buena idea es desinfectarlos sumergiéndolos 15 minutos en un poco de agua con partes iguales de vinagre de manzana a partes iguales. De este modo podrás eliminar rastros de pesticidas u otras sustancias químicas utilizadas durante el cultivo del limón.

Pan de ajo

Ingredientes [Para 2 personas]:

Baguette - 1 unidadMantequilla - 70 gramosDientes de ajo - 3 unidadesPerejil picado - 2 cucharadas

Elaboración de la Receta

Comenzamos preparando la mantequilla de ajo, para ello, pelamos los dientes de ajo, los cortamos en trozos y los ponemos en el mortero.Quitamos al perejil los tallos más gruesos y picamos las hojas finamente. Una vez picadas, las añadimos al mortero.Machamos los ajos y el perejil hasta dejarlos hechos una pasta gruesa.A continuación, mezclamos en un cuenco la mantequilla y el contenido del mortero, hasta que el perejil y el ajo queden repartidos de la forma más homogénea posible.Ponemos el horno a calentar a 180ºC con una bandeja en su interior.Cogemos la barra de pan y le practicamos varios cortes, como si fuésemos a cortar rebanadas, sin llegar a cortar del todo el pan. La distancia entre los cortes queda a la elección de cada persona.Abrimos un poco el corte y, con la ayuda de un cuchillo, ponemos un poco de mantequilla de ajo y perejil.Esta receta la podemos hacer con pan cocido, o con pan precocido. Si usáis el primero, es conveniente que, tras repartir la mantequilla en los cortes, envolváis el pan en papel de aluminio para que no se queme durante el horneado, si usáis pan precocido podéis prescindir de poner papel.Metemos el pan al horno y horneamos. a 180ºC, durante 20 minutos en el caso del pan cocido, o durante 30 minutos si habéis usado pan precocido.Pasado el tiempo de horneado, sacamos los panes del horno y retiramos el papel de aluminio para que éstos no se humedezcan.Dejamos atemperar ligeramente y servimos de inmediato.

Anotaciones y Consejos

Si queréis obtener una mantequilla de ajo con un sabor más suave, podéis retirar el embrión al ajo, para ello lo cortamos longitudinalmente por la mitad y retiramos una especie de tallo que nos encontraremos en la zona central. De todos modos, a pesar de que nosotros hemos usado tres dientes de ajo para esta receta, el resultado es un pan con un agradable y suave sabor, que para nada resulta picante.

No os extrañéis de que no aparezca la sal entre los ingredientes de esta receta, ya que, en la elaboración del pan ya se ha empleado, y la mantequilla también suele llevarla, por tanto, no creemos necesario añadir más sal.

Personalmente, me gusta encontrar trozos de ajo y perejil a la hora de comer este pan, pero, si no es vuestro caso, podéis procesar la mantequilla, con el perejil y el ajo, haciendo uso de la batidora eléctrica, de este modo, obtendréis una crema de un ligero tono verde y de textura uniforme y lisa.

Podemos sustituir la mantequilla por margarina o aceite de oliva.

Si queremos darle un toque diferente, os recomiendo meter también un poco de queso (especial para fundir) en cada uno de los cortes que hemos practicado.

Ensaladilla con aguacate

http://lacocinadefrabisa.lavozdegalicia.es/ensaladilla-con-aguacate/

Tiempos de cocción de mariscos

http://www.cocina-casera.com/2012/01/tiempo-de-coccion-del-marisco.html?m=1