Sardinas al horno



Ingredientes [Para 2 personas]:
Sardinas – 10 unidades
Dientes de ajo – 6 unidades
Limón – 1/2 unidad
Perejil – 4 cucharadas grandes
Aceite de oliva – 4 cucharadas grandes
Sal – 1/2 cucharadita
Elaboración de la Receta
Comenzamos la receta pelando los dientes de ajo y poniéndolos en el mortero.
Quitamos los tallos más gruesos al perejil y lo picamos finamente. Lo añadimos también al mortero.
Echamos un poco de sal y machacamos hasta formar una pasta de textura gruesa en la que aún se aprecien trozos de ajo.
Vertemos en el mortero el aceite de oliva y removemos bien para que éste impregne al resto de ingredientes.
Por último, añadimos el zumo de medio limón y volvemos a mezclar.
Ponemos el horno a calentar a 200ºC.
Colocamos las sardinas, sin destripar, en una fuente para horno.
Con la ayuda de una brocha de cocina untamos las sardinas con la mitad del majado de ajo y perejil.
Volteamos todas la sardinas y volvemos a pincelarlas con el majado para que queden impregnadas por todos lados.
Llevamos la fuente al horno y horneamos, a 200ºC, durante 25 minutos.
Retiramos y servimos de inmediato.
Anotaciones y Consejos
Hay personas que defienden que las sardinas se deben cocinar enteras, sin eviscerar (retirar las tripas), ya que si las sometemos a este proceso su sabor se puede ver alterado. Una vez horneadas, las tripas se les pueden quitar con mucha facilidad.
Si lo deseáis, podéis preparar esta receta haciendo uso de sardinas sin la espina central y sin la cabeza. En ese caso, se ponen los filetes en la fuente, con las escamas mirando hacia arriba, y se les somete al mismo tratamiento que en el caso de las sardinas enteras.
A la hora de comprar las sardinas para esta receta, optaremos por llevar a casa solo la cantidad necesaria para elaborar este plato, ya que el pescado azul, por su alto contenido en grasas, no debe ser congelado, ya que su textura y sabor se ven alterados.