Bizcocho de manzana y zanahoria ¡una ternura!



El “Bizcocho de zanahoria y manzana” es de los que si lo pruebas ya será un fijo de tu cocina. Resulta tierno, jugoso y aromático, ideal para nuestros desayunos o meriendas, es de mis favoritos.

Tengo una amiga que cuando voy a cenar a su casa como es norma que yo lleve el postre, siempre pide éste bizcocho, y da igual, he intentado negociar, convencerla para llevar algo tipo tarta, con crema, con chocolate, no hay manera, siempre éste bizcocho de manzana y zanahoria que ella comenta que es ¡¡una ternura!! y lo es, su miga es suave, aromática y jugosísima producto de la humedad que le aporta la fruta.
¿Os habéis fijado bien en el color tan precioso que le aporta la zanahoria? y no es necesario andar con colorantes artificiales, todo productos naturales.



Os cuento como lo hago, así de paso mi amiga se aprende la receta…


Ingredientes (molde de 30 x 20 cm)
– 200 gr. de azúcar (o el equivalente en edulcorante apto para repostería)
– 220 gr. de harina
– Levadura de repostería (un sobre o 15 gr.)
– 3 huevos
– 150 gr. de queso crema (tipo philadelphia.)
– 100 gr. de aceite de girasol
– 150 gr. de zanahoria
– 2 manzanas golden. (o similar)
– 20 gr. de mantequilla
– Ralladura de un limón y de una naranja.
– Mermelada de albaricoque o similar para el acabado.

Una lectora que es alérgica a la lactosa ha aumentado la cantidad de aceite y ha utilizado leche de almendras en vez de queso y ha obtenido un estupendo resultado.
Elaboración
1- Enciende el horno a 180º C a fin de que se precaliente.
2- Ralla (menudo) la zanahoria o tritura en la thermomix y corta una manzana en láminas finas como para tortilla. Reserva.
3- Bate los huevos con el azúcar hasta que blanqueen.
4- Incorpora la ralladura del limón y de la naranja.
5- Añade el queso crema y el aceite, mezclar bien.
6- Incorpora la harina tamizada con la levadura de repostería y revolver con movimientos suaves para que la mezcla no pierda el aire que le ha proporcionado el tamizado a la harina, incorporar la zanahoria y la manzana siguiendo los mismos movimientos suaves y envolventes.
7- Vierte la mezcla en un molde de hornear y cubrir con rodajas de la segunda manzana.
8- Pon encima de la manzana pequeños pegotes de mantequilla y hornear durante 40 minutos o hasta que compruebes que pinchando con una brocheta la misma sale limpia. Si no fuese así, deja unos minutos más.
9- Retira del horno y calienta en el microondas 4 cucharadas de mermelada de albaricoque (también puede ser de manzana o de melocotón) con 2 cucharadas de agua y pincela la superficie.
Ideal, jugoso, aromático con una textura tierna y sabrosa.

La manzana unida a la zanahoria nos proporciona una masa exquisita que perfumada por la ralladura del limón y de la naranja da como resultado un bizcocho tan delicioso que no solo servirá para un desayuno o merienda de lujo sino que también servirá como postre, encantará a todos, os lo aseguro.

Frabiconsejos:

Los ingredientes conviene que estén a temperatura ambiente.

Si te has olvidado de sacar los huevos de la nevera, introdúcelos cinco minutos en agua caliente, ese truco, sirve.

Tanto el limón como la naranja debes limpiarlos bien (con un cepillito a poder ser) para que la cáscara quede lo más limpia posible de pesticidas ya que será justamente la parte que vamos a utilizar.

¿También te has olvidado de sacar las zanahorias? utiliza el mismo truco que para los huevos

Recuerda que si quieres sustituir el azúcar por edulcorante deberás utilizar uno que resista las altas temperaturas del horno, normalmente viene indicado en la etiqueta.

¡¡Espero que os haya gustado!!

Bizcocho de Chocolate y Café

Ingredientes
230 gr. de harina
230 gr. de azúcar
150 gr. de mantequilla a temperatura ambiente
20 gr. de cacao en polvo (opcional)
3 huevos
110 ml. de leche
10 gr. de levadura de repostería en polvo
4 cucharaditas de café soluble
Pizca de sal
100 gr. de chocolate (70% cacao)

Para la cobertura
80 gr. de chocolate (70% cacao)
80 gr. de nata (35% materia grasa)
20 gr. de mantequilla

Instrucciones
Enciende el horno a 180º para que se precaliente
Enmantequilla el molde y espolvorea con cacao en polvo (puede ser con harina, pero al ser un bizcocho con chocolate, si espolvoreamos con cacao en polvo evitamos manchas blanquecinas al desmoldar)
En un recipiente adecuado, coloca la mantequilla blanda, añade el azúcar y bate con unas varillas eléctricas (puede ser de modo manual) hasta obtener una masa blanquecina y homogénea (unos 5 minutos)
Añade los huevos uno a uno, no agregando el siguiente hasta que el anterior esté perfectamente integrado en la masa.
Incorpora la leche y el café (mezclado uno con el otro) y sigue mezclando.
Agrega el chocolate derretido al baño María (o en el microondas en fracciones de 30 segundos, revolviendo de cada vez)
Añade la harina tamizada con la levadura y la sal, mezcla con suavidad.
Vierte la masa en el molde y hornea entre 35 y 40 minutos a 180º.
Retira del horno y aguarda 10 minutos antes de desmoldar y pasar a una rejilla hasta que enfríe totalmente.
Cobertura
Calienta la nata en un cazo hasta que llegue a punto de ebullición, apaga el fuego y añade el chocolate picado y la mantequilla. Mezcla con unas varillas hasta que todo esté integrado.
Vuelca la cobertura de modo irregular por la superficie del bizcocho.

Frabiconsejos
Para conseguir una miga perfecta, todos los ingredientes deben de estar a temperatura ambiente.
Es muy importante tamizar la harina con la levadura, así daremos aire a la masa.
Cuando termine el tiempo de horneado, apaga el horno, entreabre un poco la puerta y deja templar poco a poco el bizcocho. A veces si sacamos enseguida el bizcocho del horno con los cambios bruscos de temperatura se nos puede bajar o apelmazar.
Pasados 10-15 minutos de finalizada la cocción, podemos desmoldar sobre una rejilla y dejar enfriar.
Si te parece que es mucha cantidad, puedes congelar la mitad envuelto en film transparente. Para descongelar, retira el film y deja descongelar a temperatura ambiente, en una hora (o menos) lo tendrás listo para consumir.
Si quieres ver todos los trucos y consejos para que tus bizcochos sean los mejores, pincha AQUÍ


Este bizcocho es de los que conseguirá enamorar a los más cafeteros, tiene un ligero aroma a café y una textura esponjosa y densa a la vez proporcionada por el chocolate.
Los bizcochos siempre triunfan pero si son de chocolate lo harán como la Cocacola, nos gustan a todos tanto a la merienda como al desayuno, un trocito será suficiente para conocer el paraíso.

Pastel mágico e inteligente

Ingredientes
500 ml. de leche
125 g de mantequilla derretida y fría
1 cucharadita de extracto de vainilla
120 g de azúcar común
5 huevos M
125 g de harina tamizada con una pizca de sal.
Ralladura de un limón o de una naranja (opcional)
(no lleva levadura)
Azúcar glas para la terminación.

Instrucciones
Precalienta el horno a 180º (calor arriba-abajo, bandeja en 2ª guía horno contando desde abajo) y forra el molde con papel de hornear.
Separa las claras de las yemas y bátelas a punto de nieve. Reserva.
Mezcla con varillas eléctricas o manuales las yemas con el azúcar hasta formar una crema suave y esponjosa.
Agrega la mantequilla derretida, la leche y la vainilla.
Incorpora la harina y la ralladura de limón o naranja.
Añade las claras montadas a punto de nieve con movimientos envolventes. Utiliza una espátula de silicona para este punto, te resultará más fácil.
Vuelca la mezcla en el molde y hornea 5 minutos a 180º, baja a 150º y hornea durante 40 minutos más.
Deja enfriar totalmente, desmolda y espolvorea azúcar glas.
Sirve.

Frabiconsejos
Si quieres hacer un pastel más grande, duplica las cantidades.
Lava bien la piel del limón o naranja debajo del grifo y seca antes de rallar.
Ojo con tu horno, vigila que la temperatura no sea demasiado alta, en el mío va perfecto así.










En mi casa no son muy golosos, diría que en casos excepcionales, repiten dulce, este pastel es una de esas excepciones y resulta comprensible, no es excesivamente dulce, es jugoso y tierno y apetece repetir.



Espero que os animéis a hacerlo.

A disfrutar!

Este pastel mágico, también llamado pastel inteligente es muy original porque aunque en el momento de verter la masa en el molde, ésta es homogénea, durante el proceso de horneado se divide en tres capas, la capa superior, resulta un bizcocho delicioso y muy esponjoso, la capa intermedia nos recuerda al clásico flan y la de abajo, parece un pudin. Es de estas recetas que cuando la encuentras, te pasa lo mismo que cuando das con una tarta de queso rica, se queda para siempre en tu casa y la repites y la repites, pues este “Pastel mágico”, igual, cuando lo pruebes verás como lo haces muchas veces.

Además de que está riquísimo y tanto sirve para una merienda como para un postre de fin de semana, no da apenas trabajo como podéis ver en las instrucciones de la elaboración y eso es otro factor a tener en cuenta, es rica, fácil y no da trabajo, ¿quién quiere más?

Crema de Limón de la Cueva del Cura

Ingredientes
10 limones
1 lata grande de leche condensada (740 gr.)
10 yogures naturales (mejor griegos)
2 hojas de gelatina
3 cucharadas de leche

Instrucciones

Hidrata durante 5 minutos las hojas de gelatina en agua suficiente como para que las cubra.
Exprime el zumo de los limones, reserva.
En un recipiente adecuado, mezcla la leche condensada con los yogures naturales,añade el zumo de limón y revuelve hasta obtener una crema homogénea.
Calienta la leche, disuelve la gelatina en ella y añádela a la mezcla anterior.
Deja reposar en la nevera durante dos horas.
Sirve fría.

Frabiconsejos
Puedes hacer menos cantidad y reducir a la mitad todos los ingredientes.

PRUEBA la mezcla antes de refrigerar y rectifica el punto de azúcar añadiendo más leche condensada o simplemente azúcar común, adapta esta receta a tu gusto de dulzor.

Mi única aportación a la receta es la gelatina que consigue darle un poquito más de cuerpo a la crema, pero puedes prescindir de ella si lo prefieres

Sirve en copas o en recipientes adecuados acompañado de barquillos, además de darle un toque crujiente, quedan muy bonitos.






Además de ser un postre delicioso, es muy digestivo por efecto del limón, no dejéis de probarlo, se hace en un momentito y el resultado es espectacular.

¡Disfrutad cocinando en casa!




La Cueva del Cura es uno de los famosos restaurantes que hay en Valdevimbre (León) y que ocupan espacio en las cuevas-bodegas del lugar.

Existen en Valdevimbre más de 300 cuevas catalogadas en muy diferentes estado de conservación, algunas de ellas con más de 500 años de antigüedad. Estas cuevas nacieron como bodega típica y producto de la escavación de mayor o menor longitud, contruida en la ladera de una pequeña pendiente. La cueva al mantener una temperatura constante durante todo el año es un lugar idoneo para elaborar y conservar el vino, especialmente si este se encuentra en barrica.

En la actualidad su uso para conservar vino se ha reducido, habiendo sido sustituida la conservación del vino por un uso más lúdico, ya que en las actuales bodegas se asientan modernos y pintorescos restaurantes que combinan la magia de un un lugar único con la del disfrute de una gastronomía espectacular.

He ido a comer varias veces a lo largo de los años a esta pequeña localidad y aunque he variado de restaurantes, os puedo asegurar que las carnes rojas y los embutidos de la zona son para dar saltitos. Ni que decir tiene de lo espectacular que resulta el paisaje interior del propio restaurante, ¡una auténtica cueva!. Si tenéis ocasión, no dejéis de visitar alguno de estos restaurantes, no lo olvidaréis.

A lo que iba y por donde empecé, la última vez que comí allí lo hice en la Cueva del Cura, las carnes rojas a la parrilla, la tabla de quesos y embutidos nos hicieron llegar al postre en estado un poco agónico, pero ya con un puntito del extraordinario vino que tomamos, las defensas bajan y es imposible negarse a terminar con algo dulce. Nos recomendaron la “Crema de Limón”, os puedo decir que yo que soy bastante puntillosa cuando como fuera de casa, casi me desmayo del gusto, me pareció tan rica, suave y ligera que al salir hice algo que no hago nunca (por timidez), y fue preguntarle a la cocinera la receta, me la dijo de memoria y no me extraña, es la más fácil del mundo.