Pastel mágico e inteligente

Ingredientes
500 ml. de leche
125 g de mantequilla derretida y fría
1 cucharadita de extracto de vainilla
120 g de azúcar común
5 huevos M
125 g de harina tamizada con una pizca de sal.
Ralladura de un limón o de una naranja (opcional)
(no lleva levadura)
Azúcar glas para la terminación.

Instrucciones
Precalienta el horno a 180º (calor arriba-abajo, bandeja en 2ª guía horno contando desde abajo) y forra el molde con papel de hornear.
Separa las claras de las yemas y bátelas a punto de nieve. Reserva.
Mezcla con varillas eléctricas o manuales las yemas con el azúcar hasta formar una crema suave y esponjosa.
Agrega la mantequilla derretida, la leche y la vainilla.
Incorpora la harina y la ralladura de limón o naranja.
Añade las claras montadas a punto de nieve con movimientos envolventes. Utiliza una espátula de silicona para este punto, te resultará más fácil.
Vuelca la mezcla en el molde y hornea 5 minutos a 180º, baja a 150º y hornea durante 40 minutos más.
Deja enfriar totalmente, desmolda y espolvorea azúcar glas.
Sirve.

Frabiconsejos
Si quieres hacer un pastel más grande, duplica las cantidades.
Lava bien la piel del limón o naranja debajo del grifo y seca antes de rallar.
Ojo con tu horno, vigila que la temperatura no sea demasiado alta, en el mío va perfecto así.










En mi casa no son muy golosos, diría que en casos excepcionales, repiten dulce, este pastel es una de esas excepciones y resulta comprensible, no es excesivamente dulce, es jugoso y tierno y apetece repetir.



Espero que os animéis a hacerlo.

A disfrutar!

Este pastel mágico, también llamado pastel inteligente es muy original porque aunque en el momento de verter la masa en el molde, ésta es homogénea, durante el proceso de horneado se divide en tres capas, la capa superior, resulta un bizcocho delicioso y muy esponjoso, la capa intermedia nos recuerda al clásico flan y la de abajo, parece un pudin. Es de estas recetas que cuando la encuentras, te pasa lo mismo que cuando das con una tarta de queso rica, se queda para siempre en tu casa y la repites y la repites, pues este “Pastel mágico”, igual, cuando lo pruebes verás como lo haces muchas veces.

Además de que está riquísimo y tanto sirve para una merienda como para un postre de fin de semana, no da apenas trabajo como podéis ver en las instrucciones de la elaboración y eso es otro factor a tener en cuenta, es rica, fácil y no da trabajo, ¿quién quiere más?