Bizcocho de requesón con almendras


Este Bizcocho de requesón con almendras es súper fácil de preparar, ideal para los desayunos o meriendas.

Queda jugoso y con el toque de anís le da un sabor estupendo

Si no queremos utilizar anís podemos sustituirlo por un poco de zumo de naranja, también quedará muy rico.

Ingredientes:
4 huevos
200 g de azúcar, un poco más para espolvorear el bizcocho
300 g de harina
1 sobre de levadura tipo royal
250 g de requesón
20 ml de aceite de oliva suave
1 cucharada sopera de licor de anís
Almendras crudas fileteadas
Mantequilla para engrasar el molde





Preparación del bizcocho de requesón y almendras:

Precalentamos el horno a 180º con aire

Batimos los huevos con el azúcar hasta que estén espumosos

Incorporamos a los huevos, el aceite, el requesón y el anís y mezclamos bien

Añadimos la harina tamizada junto con la levadura y mezclamos con una cuchara de madera.

Engrasamos un molde con mantequilla

Echamos la mezcla en el molde y movemos para que la mezcla esté uniforme

Esparcimos las almendras fileteadas por encima y espolvoreamos con azúcar



Introducimos en el horno precalentado unos 30 minutos con aire, sin aire tardará unos minutos más.

Para asegurarnos que el bizcocho está cocido, pinchamos con una brocheta en el centro y si sale limpia ya podemos retirar el bizcocho del horno

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Otro bizcocho que también te puede gustar es este Bizcocho de zanahoria


Patatas Foster


Ingredientes:

-50 gr. cebolleta
- aceite
-170 gr. leche semi- o desnatada
-1 cda. sopera vinagre
-120 gr. nata montar (O de cocinar o leche ideal)
-4 gotitas zumo limón
-1/2 cta, ajo en polvo
-pizca eneldo seco
-pimienta negra
-1 cta. sal
-orégano seco
-100 gr. mahonesa espesa
-patatas fritas
-120 gr. bacon en tiras
-100-120 gr. queso cheddar curado (O queso rallado 4 quesos)

Preparación:

1- Pochar la cebolleta en un poco de aceite, bien picadita, hasta que esté blanda.
2- Añadir la leche semi- o desnatada y el vinagre, y dejar reposar unos 15 minutos, para que se corte y enfríe.
3- Agregar la nata ( leche ideal o nata cocinar), chorrito zumo limón, ajo en polvo, eneldo, pimienta, sal, orégano y mahonesa espesa, y mezclar todo bien. Llevar en un tupper a la nevera dos horas mínimo.
4- Freír patatas (La salsa da para dos fuentes como la de la foto), y mientras, meter el bacon en tiras en el microondas entre dos papeles de cocina, unos 2 a 3 minutos, máxima potencia, hasta que esté crujiente y sin grasa o lo freír en una sartén.
5- Colocar las patatas fritas en una fuente, salar un poco, encima la mitad de la salsa, trozos de queso cheddar y el bacon crujiente por encima. gratinar hasta que el queso se funda.
Servir removiendo el conjunto bien caliente.






A la nevera en un tupper


El bacon lo hago en el micro, así queda sin grasita,


Utilizo este queso, pero podéis poner otro eh?


Cortamos en lonchitas


Freír las patatucas



Cubrir con la salsa



el queso



Y el bacon a gratinar!!


Y aquí una ración, removéis todo antes de servir, y a disfrutar


Qué buenas, no se pueden hacer a diario, pero por un día, jeje

Solomillo con salsa de queso





Seguimos preparando platos para estos días de Navidad. Esta receta de solomillo de cerdo y salsa de queso queda muy buena, en casa tiene mucho éxito, es rápido de preparar y la salsa de queso le da un sabor estupendo. El solomillo como ya sabéis es una carne muy buena y queda muy jugosa y tierna.
Lo podemos acompañar con toda clase de verduras, queda bien con todo, es un plato estupendo.

Ingredientes: 6-8 personas.
2 solomillos de cerdo
2 botes de nata para cocinar 400ml.
1 vaso de caldo 200ml.
Queso rallado 150gr.
Champiñones
Sal y pimienta

Preparación:
En primer lugar echaremos sal y pimienta a los solomillos.



En una cazuela o sartén pondremos 5 cucharadas de aceite y doraremos los solomillos por todos los lados.



Una vez esté bien dorados echaremos el vaso de caldo. Lo dejaremos cocer 5 minutos.




Pasado este tiempo echaremos un bote de nata, si vemos que es poco echaremos el otro y parte del queso rallado. Yo le puse parmesano, podéis poner el que más os guste.



Dejaremos cocer hasta que el queso se deshaga y lo iremos probando, si nos gusta con más sabor a queso le echaremos más. Si queda muy espeso podemos aligerarlo con un poco de leche, lo probaremos de sal.



Y ya estará listo. Cuando este frió podemos cortarlo y ponerlo en la salsa.



Lo acompañaremos de unos champiñones a la plancha.




En 30-40 minutos tenemos este plato listo y muy rico.



Bizcocho flan de peras (sin gluten y sin leche)





Este postre tiene aspecto de bizcocho por fuera y textura de flan por dentro.

No de flan, flan. Mas bien de pudin, consistente, se puede comer con la mano incluso. Pero a la vez es ligero y esponjoso.

La receta es de Velocidad Cuchara, y es la propuesta de esta semana para el reto del grupo de Cocinar con Thermomix.

Lo que pasa es que la receta original es con manzanas, pero como ya tengo muchas tartas, bizcochos y pudins de manzana en el blog, las he sustituido por peras. Y el resultado es igual de rico. Pero si preferís poner manzanas, la receta es la misma.


La receta original es sin gluten ya que se usa harina de maíz, pero yo además la he hecho sin leche, sustituyendo los yogures griegos por yogures de soja. Así las personas con intolerancia a la proteína de la leche podrán degustar esta ricura.


INGREDIENTES:


4 peras
3 yogur de soja (unos 275 gr)
5 huevos medianos
100 gr de azúcar
70 gr de harina de maiz (maicena)
3 cucharadas soperas de mermelada de albaricoques o melocotón



PREPARACIÓN:

Pelamos dos de las cuatro peras y las troceamos quitando las pepitas. las ponemos en el vaso de la thermomix o de una batidora y añadimos los yogures, los huevos, el azúcar y la harina de maiz. Trituramos todo muy bien, 1 minuto a velocidad 5-7. Vertemos la mezcla en un molde tipo plum cake engrasado con mantequilla o margarina de soja. Pelamos y laminamos las dos eras restantes y las ponemos sobre la superficie, encima de la masa.

Horneamos a 180º , con calor arriba y bajo, unos 60 minutos. Antes de sacarlo, pinchamos con un palillo y si sale seco ya está listo.

Dejamos enfriar a temperatura ambiente y pintamos con la mermelada que habremos calentado un poco en el micro para poder extenderla bien.

Ponemos en le vaso las peras, azúcar, huevos, yogures y harina. Trituramos bien.



Vertemos la mezcla en un molde alargado y ponemos encima las peras que nos quedaban. Podemos laminar las peras en rodajas mas pequeñas, yo las puse en grande para darle un aspecto mas rústico. Al horno.



Una vez horneado y frío, pintamos con mermelada.




Aquí se ve perfectamente la textura, no es un bizcocho pero tampoco es un flan tembloroso. ¡Una delicia!


Y otras opciones de usar peras en postres es aprender a prepararlas en almíbar, según nos explica El Crepitar de los Fogones



O quizá os apetezca más usarlas en un plato salado en forma de una riquísima salsa como esta que nos deja Entre 3 Fogones


Tarta de galleta María de cumpleaños



Si hay alguien, entre los que hoy leen estas líneas, que no haya probado nunca la típica tarta de galletas y chocolate de los cumples de toda la vida, que levante la mano. Si eres de los que no lo ha hecho, te recomiendo que pongas solución al tema. Porque te estás perdiendo algo grande, sublime, maravilloso. Así que no esperes a que sea el cumpleaños de nadie y lánzate ya mismo.

Aunque recuerdo haberla comido en el cumpleaños de alguna amiga hace muchos años, no puedo afirmar haberla descubierto hasta hace bien poco. Hace unos siete u ocho años que me animé a preparar esta tarta de galletas y chocolate tan típica de los cumples por primera vez. Desde entonces, han sido muchas los cumpleaños en los que nos ha acompañado. Tanto infantiles como de adultos. Es que, es una tarta de toda la vida y al gusto de todos.

Ingredientes
Para 8 personas
Galletas tipo María rectangulares
Leche100 ml
Amaretto15 ml
Crema de cacao y avellanas500 g
Chocolate fondant200 g
Nata líquida100 ml
Azúcar glasé (opcional)40 g
Mantequilla20 g
Fideos de chocolate para decorar
M&M's para decorar

Cómo hacer la típica tarta de galletas y chocolate de los cumples de toda la vida
Dificultad: Fácil
Tiempo total2 h
Elaboración1 h
Reposo1 h


Comenzamos preparando un molde rectangular de 20 cm en el que vamos a montar nuestra tarta. Lo engrasamos con mantequilla y lo forramos con papel sulfurizado. Dejamos que sobresalga parte del papel por los lados, así podremos desmoldar la tarta con más facilidad.

Templamos ligeramente la crema de cacao y avellanas para que sea más fácil manejarla. Introducimos el bote en el microondas y le damos dos o tres golpes de calor de 30 segundos, a potencia media baja. Removemos entre cada golpe de calor. Buscamos una consistencia untuosa pero no líquida, así que deberemos tener cuidado para no pasarnos.

Mezclamos la leche y el licor de Amaretto en un plato hondo. Tomamos una galleta y la mojamos en la mezcla, sin empaparla. Hacemos lo mismo con otra galleta y así sucesivamente hasta cubrir la base. Si las galletas no tiene el mismo ancho que el molde, las cortamos para cubrir bien toda la superficie, utilizando un cuchillo de sierra.

Cubrimos la primera capa de galletas con una capa de crema de cacao y avellanas y la extendemos bien por toda la superficie. Cubrimos esta capa con otra de galletas, mojándolas previamente en la mezcla de leche y licor de Amaretto. Igual que hemos hecho en el primer paso y para la primera capa.

Hacemos capas alternas de galletas y de crema de cacao y avellanas. Tantas como podamos, hasta que se nos acabe la crema y terminando con una capa de galletas. Cubrimos el molde con papel sulfurizado (o envuelto en papel film) y lo introducimos en la nevera, donde lo dejamos reposar durante una hora.

Transcurrido este tiempo, desmoldamos la tarta. Si la dejamos atemperar unos minutos a temperatura ambiente, será más sencilla la tarea. Tiramos del sobrante del papel sulfurizado y retiramos la tarta del molde. La colocamos, boca abajo, sobre una rejilla de horno. Y la rejilla, sobre una bandeja limpia. Vamos a bañar la tarta en chocolate, la bandeja recogerá el sobrante que chorree y lo podremos utilizar para otra cosa.

Preparamos el baño, fundiendo el chocolate, la nata y el azúcar glas (en caso de utilizar) en un recipiente al baño María. También podemos hacerlo en el microondas, a potencia suave, con cuidado de que no se queme. Una vez fundido el chocolate, batimos hasta homogeneizar y agregamos la mantequilla. Batimos de nuevo y vertemos el baño sobre la tarta. Repartimos por la superficie y los laterales, de modo que quede bien cubierta.

Decoramos la tarta al gusto. A mi, personalmente, me gusta el aire retro que le aportan los fideos de colores espolvoreados por la superficie. Pero también lo complemento con unos pocos M&M's para darle un toque de color más potente.

Con qué acompañar la típica tarta de galletas y chocolate de los cumples

Para disfrutar al máximo de la típica tarta de galletas y chocolate de los cumples, recomiendo rodearse de familiares, de muchos niños o de gran cantidad de amigos. No se requiere más. El placer de compartirla es enorme y, seguro, que a más de uno os transportará a la infancia. Un bocado de esta tarta es suficiente para traer vivos recuerdos de la niñez.

Tarta de galletas maría



Es posible que la galleta María sea una de las más famosas del mundo, popularizada desde que fue inventada en Inglaterra en el siglo XIX. A mí me gusta su papel a la hora de preparar postres tradicionales, de esos tan caseros que nos devuelven un poco a la infancia. Esta tarta de galletas María es muy típica en Portugal y una deliciosa variante a nuestra tarta típica de los cumples.

Una variante también conocida en el país vecino utiliza café para mojar las galletas, pero yo prefiero leche aromatizada con vainilla, más apta para todos los paladares. Puesto que las galletas María son redondas, el aspecto final de este pastel es de una flor que queda muy vistosa a la hora de servir. Hay que procurar dejarla enfriar unas horas en la nevera para que la crema se endurezca y tenga mucho mejor sabor.

Ingredientes
Para 1 unidades
Galletas tipo María paquetes2
Mantequilla sin sal a temperatura ambiente200 g
Azúcar glasé180 g
Yemas de huevo a temperatura ambiente2
Leche a temperatura ambiente250 ml
Esencia de vainilla3 ml

Cómo hacer tarta de galletas María
Dificultad: Media
Tiempo total1 h 40 m
Elaboración40 m
Reposo1 h


Calentar la leche a fuego suave con media vaina de vainilla abierta. Dejar infusionar, colar y dejar enfriar. O simplemente mezclar bien la leche fría con el azúcar vainillado. Disponer la mantequilla troceada, a temperatura ambiente, en un recipiente mediano. Batir con una batidora de varillas hasta dejar una textura cremosa y suave.

Añadir poco a poco el azúcar glasé, sin dejar de batir, removiendo de vez en cuando con una lengüeta para conseguir una textura uniforme. Agregar las dos yemas de huevo y la esencia de vainilla, y batir un poco más a velocidad baja hasta tener una consistencia cremosa, homogénea y sin grumos.

Mojar una galleta María en la leche enfriada, escurrir y disponer en el centro de una fuente, bandeja o donde vayamos a servir la tarta. Repetir con 6 galletas más para distribuirlas a su alrededor, formando una base de flor de galletas. No tienen que estar muy empapadas. Untar ligeramente cada galleta con la crema, repartiéndola uniformemente.

Repetir la operación hasta tener unos 5 pisos de galletas y crema. Terminar cubriendo de forma homogénea toda la superficie y los laterales, intentando dejarla lisa con ayuda de una espátula de repostería. Triturar unas cuantas galletas María y repartir por la parte superior. Dejar enfriar en la nevera como mínimo 1 hora, mejor dos o tres.

Degustación

La tarta de galletas María es toda una tentación que gustará a grandes y pequeños, en porciones controladas porque creo que es bastante contundente. Se pueden variar los sabores cambiando los aromas de la crema y de la leche, o usando café como ya he comentado. Es muy fácil de preparar y podemos pedir a los niños que nos ayuden a montarla.

Rollitos de primavera


Como nos gustan mucho pero preferimos no abusar de los fritos, mi madre nos ha sorprendido hoy con sus rollitos especiales de primavera ‘al horno’. Rellenos también a su estilo, con sus gambas y todo. Ummm, crujientes, deliciosos. ¡Y cuántos caben en una bandeja!
Ideales para compartir que es lo que le gusta a ella y también a nosotros.



INGREDIENTES:

1 rollo de masa filo (en cualquier supermercado al lado del hojaldre)
1 bote de brotes de soja
1 bote de zanahoria rallada (o zanahoria rallada por ti)
Una cebolla
Unas gambas peladas (sirven congeladas)
Un poco de aceite.

ELABORACIÓN:

En una sartén pochamos la cebolla y la zanahoria si es fresca con un poco de aceite.
Cuando esté la cebolla transparente, añadimos los brotes de soja y las gambitas.
Las hacemos un par de minutos y retiramos.
Dejamos que se enfríe el relleno.
Partimos una hoja de masa filo por la mitad, de ahí saldrán dos rollitos.
En una de las mitades ponemos una cucharada de relleno en uno de los extremos, sin llegar a los laterales. Que sobre la misma cantidad de hoja filo por los dos lados del relleno.
Doblamos los laterales sobre el relleno.
Así quedará cerrado por los lados.
Enrollamos.
Pintamos con un poco de agua el borde final y cerramos.
Ponemos en una bandeja de horno.
Pintamos con un poco de aceite.
Horneamos en el horno precalentado a 180ºC hasta que estén bien dorados.
Servimos con un poco de salsa de soja.




enlace

Dulce de membrillo




Ingredientes
3.200 gr. de membrillo entero (después de limpios, pelados y sin semillas quedan 2.100 gr.)
1.800 gr. de azúcar
1 vaina de vainilla (opcional)
2 ramas de canela (opcional)
200 ml de agua
25 ml de coñac (opcional)

Instrucciones
Pela los membrillos, retira las semillas y córtalos en cubos. (si lo haces en un robot de cocina como la Thermomix, puedes dejarle la piel)

Pon los membrillos cortados en una olla grande (en esta primera fase puedes utilizar una palangana grande, te resultará más cómoda para revolver) con la vaina de vainilla abierta y los palitos de canela.

Añade el azúcar,

Agrega el agua y el coñac.

Revuelve para que se mezcle todo.

Deja macerar un mínimo de tres horas, puede ser toda la noche o 6 horas como fue mi caso, verás como la fruta ha perdido jugos y todo se ha mezclado con el azúcar.

Pon a hervir los membrillos a fuego fuerte hasta que tome temperatura, después baja a fuego medio y deja cocer entre 50 y 60 minutos.

Retira la vaina de vainilla y las ramas de canela. Tritura poniendo el brazo de la batidora dentro de la olla y vuelve a poner al fuego durante 20 minutos a fuego medio-bajo. No te alejes, revuelve con una cuchara de madera de cuando en vez, ya casi está. Ten cuidado con la potencia del fuego, debe estar bajito ya que chisporrotea y la mezcla está muy caliente.
La consistencia es de una crema muy espesa, está perfecto.
Rellena recipientes que tengas en casa.
CON NUECES

Rellenas una primera capa fina de membrillo, colocas nueces por toda la superficie, cubre con más crema de membrillo.
SIN NUECES
Lo mismo pero sin nueces :)
Una vez frío, el membrillo se solidifica y puedes desmoldarlo o dejarlo en el mismo recipiente.

Una idea estupenda es cortarlo en trozos y envasarlo al vacío, dura un año entero en perfectas condiciones.

Frabiconsejos
Si quieres que tu membrillo tenga un color más clarito, añade el zumo de dos limones y evitarás que se oxide. Yo no le he puesto limón porque me rechifla el membrillo rojo.
El azúcar es un conservante natural estupendo y el membrillo lleva muchísimo, así que no tendrás problema de conservación si lo mantienes en la nevera, a mí me ha durado incluso meses.






Cuando hago “Dulce de Membrillo” siempre aprovecho para regalar pequeñas porciones a personas a las que quiero, no me cuesta trabajo, tanto me da hacer uno como dos kilos, el trabajo es el mismo y regalar un dulce hecho en casa es una delikatessen que encanta a quien lo recibe.



No lo pesé después de hecho, pero salió bastante cantidad, algo que nos encanta a todos.



Cuando era pequeña mi madre siempre me mandaba al colegio de merienda un sandwich de queso y membrillo, era lo único que me gustaba y como yo era una niña bastante caprichosa con la comida, me hacían caso.

A veces pienso que aprendí pronto a cocinar porque había muy pocas cosas que me hicieran que me gustara comer :)



Lo más fácil del mundo es hacer dulce de membrillo, hay poquísimas por no decir ninguna posibilidad de que salga mal, así que si te lo estás pensando, no contemples un fracaso, sólo piensa en el éxito rotundo que obtendrás con esta receta.



Y si el dulce de membrillo lo acompañas con un buen queso, el mío es mantecoso de Arzúa, ya es una maravilla.