Calamares fritos



Ingredientes
800 gramos de calamares pequeños
120 gramos de harina común
aceite de oliva
pimienta
sal
1 limón


Elaboración
Limpiamos bien los calamares y los cortamos en ruedas. Los tentáculos los dejaremos enteros.
Ponemos en un bol la harina a la que añadimos una pizquita de sal y pimienta recién molida. La mezclamos bien y vamos pasando las ruedas de calamar por la harina. Conviene poner pocas y con la ayuda de una cuchara asegurarnos que quedan bien impregnadas por todos los lados. Con los tentáculos haremos lo mismo.
Ponemos abundante aceite de oliva en una sartén o en una freidora como hicimos nosotros.

Truco
Para saber si el aceite está caliente, ponemos un trocito de pan en el aceite y si éste saca pompas lo tenemos listo para poner los calamares.
Ponemos un puñadito de calamares y dejamos fréir, en apenas un minuto los tendremos listos.
Los sacamos a papel absorbente y añadimos otro puñado hasta tener todos fritos. Es importante no poner muchos a la vez para que se hagan bien.
Los ponemos todos juntos en un plato con el limón cortado en gajos o por la mitad. Añadimos una pizquita de sal por encima de los calamares y listos para consumir.

Rosquillas de leche condensada-2


Rosquillas de leche condensada


Esta semana vuelvo a repetir con las rosquillas, esta vez son con leche condensada.
Las preparé ayer de tarde para un compromiso, dicho de otra forma para regalar.
De esta forma convierto mi regalo en algo único y casero, que difícilmente olvidaran...


INGREDIENTES: PARA 40 UNIDADES
600 GR DE HARINA.
3 HUEVOS.
1 BOTE DE LECHE CONDENSADA DE 370 GR.
20 GR DE LEVADURA EN POLVO.
1 TROZO DE PIEL DE LIMÓN.
1 CUCHARADITA DE CANELA EN POLVO.
ACEITE DE OLIVA.
1 ESTRELLA DE ANÍS.
CORTEZA DE PIEL DE KUMQUAT ( O NARANJA).



PREPARACIÓN
1.- Batimos la leche con los huevos, esta que estén espumosos. Agregamos la ralladura del kumquat, o de una naranja y la canela.(Fruta ovalada de color naranja, de pulpa ácida y segmentada y piel dulce).
2.-Tamizamos la harina con la levadura sobre la leche y los huevos, removemos con una espátula, luego con las manos hasta conseguir una pasta que no se pegue a las manos.
3.- Tomamos porciones de la masa, con las manos limpias y engrasadas ligeramente con un poco de aceite, formamos rosquillas.

4.- Vertemos abundante aceite en una sartén y añadimos la piel del limón y una estrella de anís. Calentamos sin que llegue a humear y retiramos la cáscara y la estrella. Añadimos las rosquillas y las freímos por tandas, 2 0 3 minutos por cada lado. Vigilando que el aceite no se queme demasiado y evitar que las rosquillas se quemen por fuera y crudas por dentro.
5.- Retiramos del fuego y dejamos escurrir sobre papel de cocina. Una vez estén tibias las pincelamos con almíbar de kumquat o almíbar de naranja. En el siguiente enlace explico como hacer el almíbar de naranja. (Leer) Almíbar de kumquat. (Leer).

6.- Una vez este seco el almíbar, colocamos las rosquillas en una lata forrada con unas servilletas de papel. Ponemos también unas estrellas de anís. ¡Ya tenemos nuestro regalo listo! También podemos tomarlas en el desayuno o la merienda con un té,café o chocolate caliente.

Rosquillas de leche condensada-1


¿Y que es lo segundo que más alegrías me reporta después de los viernes...?...Pues sí!, lo habéis adivinado!! los DULCES, como me gustan!!. tartas , bizcochos, flanes, natillas, buñuelos, rosquillas, habrá algo más rico que una rosquilla, si es que no necesitamos tanto nitrógeno líquido, ni tanto oro comestible para preparar una delicia como esta. Así que manos a la obra y a disfrutar del fin de semana.


Ingredientes:
Una lata de leche condensada pequeña(370 gramos).
cuatro huevos L.
625 gramos de harina para bizcochos.(lleva levadura)
Ralladura de limón (De uno ó dos limones).

Para el almíbar:
Un vaso de Azúcar,
Vaso y medio de agua,
Una copita de coñac,
Una rama de canela .

Para emborrizar:
Azúcar y canela.
Aceite para freírlas.

Preparación:
Batir la leche condensada con los huevos y la ralladura de limón, hasta conseguir una mezcla espumosa.

Vamos incorporando poco a poco la harina tamizándola con un colador (si no disponemos de tamiz).
La mezclaremos hasta conseguir una masa que no se pegue mucho en las manos, pero que no esté muy dura y compacta puesto que las rosquillas quedarían más secas y duras. (Solo la harina justa, mejor siempre algo menos).
Para formar las rosquillas nos iremos espolvoreando las manos de harina para que no se nos peguen en ellas, vamos formando churros que cerraremos en forma de rosquillas.
El aceite no debe estar excesivamente caliente para que se hagan bien por dentro sin quemarse, crecerán mucho mientras se fríen.
Una vez frías, prepararemos un almíbar por el que iremos pasando las rosquillas, dejando que se impregnen un poco y cuidando de que no se partan.
Las sacamos del almíbar, las emborrizamos (como me gusta esta palabreja) por azúcar y canela y listas para comer!.

Bizcocho de naranja




El bizcocho, o también llamado bizcochuelo, es un tipo de masa muy usada en repostería para elaborar gran cantidad de productos, como tortas, pasteles o tartas. Entre los ingredientes principales tenemos los huevos, la harina y el azúcar, aunque también es habitual hacer uso de algún elemento graso como puede ser el aceite de girasol. En nuestro recetario podéis encontrar una gran variedad, como nuestro bizcochuelo marmolado con chocolate o nuestro original bizcocho de chocolate sin harina.

Estos dulces se elaboran de manera sencilla, haciendo uso de ingredientes al alcance de cualquiera. Con la intención de que conozcáis algunos aspectos importantes de la elaboración de cualquier bizcocho, os invitamos a que echéis un vistazo a nuestro artículo; "Consejos para elaborar el bizcocho perfecto", en el que os damos algunas recomendaciones que os vendrán muy bien para obtener un magnífico resultado.

En la receta de hoy os proponemos un bizcocho de naranja. A diferencia de otras recetas, en las que solo se usa la ralladura de la naranja, aquí vamos a usar la naranja entera, sin pelar. Esta receta se la vi hacer por primera vez a mi madre. Mi padre tiene un pequeño huerto con naranjos, mandarinos, pomelos y limoneros. Desde finales de octubre hasta bien entrado el verano en casa de mis padres no faltan las naranjas, así que mi madre aprovecha estos meses para elaborar todo tipo de dulces en los que los cítricos ocupan un lugar muy destacado. Recuerdo que de niño en casa siempre había un grueso bizcocho de naranja o limón, elaborados ambos de manera muy similar al de la receta que a continuación iniciamos.




Antes de empezar, he de hacer un apunte importante; a la hora de elegir la naranja, os debéis asegurar de que se trata de un fruto de piel lo más fina posible, ya que si es de piel gruesa, tendrá una zona blanca también gruesa (zona situada entre los gajos y la epidermis externa). Si no encontráis naranjas de piel fina, debéis retirar la mayor cantidad posible de esa parte blanca, ya que si no lo hacéis os aportará un toque amargo poco agradable.







Ingredientes [Para 8 personas]:
Harina de trigo - 300 gramos
Azúcar - 235 gramos
Huevos - 3 unidades
Naranja - 1 unidad
Levadura - 5 gramos
Sal - una pizca
Aceite de girasol - 90 gramos
Nata líquida - 100 gramos


Elaboración de la Receta
En primer lugar, lavamos muy bien la piel de la naranja y, tras quitarle los extremos, la cortamos en trozos. Ponemos éstos en el vaso de la batidora eléctrica.
Añadimos una pizca de sal, la nata líquida y el aceite de girasol.
Trituramos hasta obtener un puré fino.
Cascamos los huevos y los echamos en un cuenco grande.
Añadimos al cuenco el azúcar.
Con el accesorio de varilla de la batidora eléctrica, batimos ambos ingredientes hasta obtener una mezcla espumosa.
A continuación, incorporamos, poco a poco, los ingredientes que tenemos en el vaso de la batidora, mientras que continuamos batiendo para que se incorporen a la mezcla.
Mezclamos en un cuenco la harina y la levadura química.
Con la ayuda de un colador, tamizamos la harina directamente en el cuenco donde tenemos los ingredientes líquidos. Incorporamos la harina poco a poco. Con un batidor de mano, realizamos movimientos envolventes para que la harina vaya siendo absorbida.
Ponemos el horno a calentar a 180ºC.
Una vez que hemos incorporado toda la harina, untamos con aceite de oliva un molde para horno. Para ello, podemos ayudarnos de una servilleta de papel de cocina. Nosotros hemos usado un molde de 23 centímetros de diámetro. Tras untarlo con aceite, lo espolvoreamos con una fina capa de harina. Sacudimos el molde para retirar el exceso de harina.
Con la ayuda de una espátula, vertemos la masa en el interior del molde.
Llevamos al horno y horneamos, a 180ºC, durante 40 minutos o hasta que el bizcocho esté cocido. Para comprobar el punto de cocción, pinchamos con un palillo, si al retirarlo no se aprecian restos de masa, nuestro bizcocho está listo, si, por el contrario, hay restos, debemos prolongar la cocción unos minutos más.
Cuando el bizcocho esté cocido, lo sacamos del horno y, sin desmoldarlo, lo dejamos enfriar sobre una rejilla metálica.
Una vez que esté frío, ya podemos desmoldar y servir.

Patatas a la sidra



La patata se compone básicamente de un 75% de agua (porcentaje que puede oscilar según la variedad), en torno al 20% de almidón, entre el 1 y 2% de fibra en forma de celulosa y un 0,15% de componentes grasos. Los carbohidratos son el componente más importante de este tubérculo, llegando a estar presente en un porcentaje del 80% de la materia seca. Además, es muy destacable la presencia de vitamina C. En este sentido, el consumo de unos 300 gramos de patata cocida nos aportan en torno al 75% de las necesidades diarias de vitamina C. En cuanto a su aporte calórico, esos mismos 300 gramos suponen un 8% de calorías. En resumen, consumiendo patatas estamos introduciendo en nuestro organismo una buena cantidad de hidratos, proteínas, vitaminas del complejo B e importantes minerales como en fósforo y el hierro.
Este tubérculo, que llegó a Europa procedente de Sudamérica, se ha ido abriendo poco a poco paso en las cocinas de medio mundo, siendo en la actualidad uno de los productos estrella de la cocina mediterránea. En Cocina Casera hemos usado este ingrediente en muchos platos, como en el caso de nuestras recetas de tortilla de patatas y patatas a la riojana. Pero tenemos muchas otras, para verlas os invitamos a que pinchéis en el siguiente enlace: recetas con patatas.

La receta que os proponemos hoy es un humilde guiso elaborado a base de patatas y otras verduras, entre las que destacan los calabacines y los puerros, todos ellos productos al alcance de todo el mundo. El ingrediente que aporta el sabor y el toque especial a este plato es la sidra de manzana. La elaboración de esta receta es sumamente sencilla y el resultado es un guiso delicioso y muy aromático que resulta ideal como plato principal, o como guarnición de un pescado o una carne. A pesar de que la receta tal cual es sublime, podéis enriquecerla añadiendo, por ejemplo, unos trozos de chorizo.

Ingredientes [Para 4 personas]:
Cebolla mediana - 1 unidad
Puerro - 2 unidades
Patata - 600 gramos
Calabacín - 3 unidades
Zanahoria - 2 unidades
Manzana - 1 unidad
Nata líquida - 250 mililitros
Sidra - 250 mililitros
Caldo verduras - 250 mililitros
Aceite de oliva - 3 cucharadas grandes
Sal - al gusto
Pimienta negra - al gusto
Perejil - 1 cucharada grande


Elaboración de la Receta
Pelamos la cebolla y la picamos finamente. Si usáis cebollas pequeñas, como en nuestro caso, debéis picar dos unidades.
Ponemos a calentar aceite de oliva en una olla. Cuando esté caliente, añadimos la cebolla picada. Cocinamos a fuego medio para que se vaya ablandando.
Mientras tanto, pelamos las zanahorias y las cortamos en trozos pequeños. Añadimos éstos a la olla.
Lavamos y picamos finamente los puerros. Los incorporamos a la olla.
Con la ayuda de un pelador, retiramos la piel a los calabacines. Quitamos los extremos y cortamos el resto en trozos medianos. Seguidamente, los añadimos al guiso.
Pelamos las patatas y las cortamos en tacos gruesos. Echamos éstos a la olla.
Pelamos la manzana, la descorazonamos y cortamos su carne en trozos de tamaño mediano. Ponemos en la olla.
Por último, añadimos la sal, la pimienta, el caldo vegetal, la nata líquida y la sidra. Removemos bien y cocinamos a fuego medio, manteniendo un hervor moderado, hasta que las patatas estén tiernas, lo que puede llevarnos unos 20-25 minutos.
Mientras el guiso se cocina, quitamos los tallos más gruesos al perejil y picamos sus hojas finamente.
Cuando las patatas estén listas, añadimos a la olla el perejil picado y removemos para que éste se distribuya uniformemente.
Nada más incorporar el perejil, retiramos la olla del fuego y servimos.

Anotaciones y Consejos
Os recomiendo que para preparar esta receta elijáis patatas viejas, ya que dotarán de mayor cuerpo a este plato.
Si podéis conseguirla, os aconsejo usar sidra natural no carbonatada, muy superior en sabor

Tarta a las tres leches

Es una tarta muy demandada y seguro que su versión te va a encantar. Ya sabes que puedes ver su trabajo en su página de facebook donde publica a diario o en su blog “Cocina con Clau“.
Tarta a las tres leches, la receta:
Esta deliciosa tarta es un bizcocho esponjoso ideal para absorber el baño que se le hace con la crema que es una mezcla de tres tipos de lácteos, de allí su nombre 3 leches, la has probado ya?.
El origen de esta deliciosa tarta no está del todo claro ya que muchos países de Latinoamérica se disputan el mismo. Yo solo te puedo contar que desde que tengo uso de razón la deliciosa tarta 3 leches estuvo presente durante toda mi vida en Venezuela. Hoy en día, de vez en cuando, se cuela en alguna celebración familiar acá en España y esta receta es sencillamente fácil de hacer, la aprendí de mi hermana pequeña.
En Venezuela la solían vender en envases pequeños para llevar. La encargabas o la pedias como postre en alguna comida. Es puro vicio esta Tarta. Tanto que eres capaz sin darte cuenta de comértela toda.
Mi versión es baja en azúcar, más que nada porque me gusta que la gente repita y no se empalague. Así que creo haber logrado la proporción justa de dulce.


Ingredientes:
Para el bizcocho:
5 huevos y 170 gr. de azúcar
200 gr. de harina y una cucharadita de polvo de hornear
Un chorrito de vainilla

Para la crema:
740 gr. de leche condensada
350 gr. de leche evaporada
200 ml. de crema de leche o nata líquida

Para el merengue:
3 claras de huevo y 120 gr. de azúcar
1/2 cucharadita de tamaño café con cremor tártaro.

Tarta a las tres leches, preparación:
Preparación Bizcocho: Precalentar el horno a 200º. En una batidora mezclamos los huevos y seguidamente añadimos poco a poco el azúcar, continuamos batiendo hasta que la mezcla triplique su volumen. En este punto agregamos las vainas de vainilla o extracto de vainilla y la harina cernida que habremos mezclado previamente con el polvo de hornear. Cuando esté todo integrado colocamos la mezcla en un molde enmantequillado y enharinado. Llevar al horno aproximadamente de 25 a 30 min, pinchar el bizcocho con un cuchillo fino, si este sale seco el bizcocho está listo. Retirar del horno y dejar reposar.

Preparación del Baño de Leche: Colocar en la licuadora la leche evaporada, la leche condensada y la nata liquida o crema de leche. Luego añadimos esta mezcla al bizcocho en su mismo molde, si no lo vais a servir de inmediato. SI lo vais a presentar inmediatamente, lo haces como en el vídeo. Lo ponemos en un molde hondo y pinchamos el bizcocho repetidas veces con un tenedor para que así absorba la mezcla.

Preparación Merengue: Batir las claras a punto de nieve ir agregando poco a poco el azúcar, cuando las claras estén a medio montar, añadir también el crémor tártaro para estabilizar las claras y continuar batiendo hasta lograr el punto de nieve.

Con el merengue cubrimos el bizcocho lo llevamos a la nevera y antes de servir le agregamos canela en polvo por encima





Galletas de mantequilla caseras



Una receta de repostería que seguro le encantará a los más pequeños de la casa, se trata, de Galletas de mantequilla. De elaboración sencilla en pocos pasos, tendrás las galletas listas para tomar cuando más te apetezcan.

INGREDIENTES:
Azúcar - 100 gramos
Harina - 225 gramos
Mantequilla - 150 gramos
Huevo - 1 unidad
Extracto de vainilla - 1 cucharada pequeña


ELABORACIÓN DE LA RECETA
01. En un bol grande, ponemos el azúcar, y la harina, mezclamos un poco y agregamos la mantequilla que habremos cortado previamente en dados. Con ayuda de los dedos, mezclamos todo bien deshaciendo la mantequilla hasta que se formen migas, esto puede llevar unos minutos. Si no queréis hacerlo con las manos podéis ayudaros con el robot que utilicéis normalmente. Yo personalmente os recomiendo que utilicéis vuestras manos para que notéis la textura que debe tener la masa.
02. Añadimos el huevo y el extracto de vainilla y con la ayuda de una cuchara de madera, mezclamos con cuidado hasta que obtengamos una masa. Esta masa debe ser contundente, nada líquida. A continuación pasamos nuestra masa a una mesa de trabajo enharinada y trabajamos la masa hasta que quede totalmente lisa, no debe quedar ningún grumo. Envolvemos la masa con film transparente y llevamos a la nevera a refrigerarla durante un mínimo de cuatro horas. La masa debe estar refrigerada porque cuanto más fría esté más fácil nos va a resultar trabajar luego con ella.
03. Precalentamos el horno a 180º. Una vez que tengamos la masa lista, sobre una superficie enharinada volvemos a trabajarla, esta vez con ayuda de un rodillo. Para trabajar mejor con el rodillo, debemos enharinarlo (sobre todo si éste es de madera), para que la masa no se nos quede pegada, ya que resulta muy incomodo y puede arruinarnos nuestras maravillosas galletas.
04. Ha llegado la hora de darle forma a las galletas. Si la masa está bien fría podremos cortarla de la forma que queramos con un cortapastas, en el mercado tenéis todas las formas imaginables de formas. En este caso yo las he hecho redondas, para ello, formamos bolitas de masa que tengan todas el mismo tamaño y las disponemos en la bandeja del horno. Deben estar separadas entre sí, ya que con el calor del horno van a crecer y corremos el riesgo de que se queden pegadas entre sí.
05. Llevamos nuestras galletas al horno, las mantendremos allí durante 12 minutos. Una vez transcurrido el tiempo, las pasamos inmediatamente a una rejilla y las dejamos que se enfríen completamente. Si no tenéis una rejilla para enfriar las galletas, podéis utilizar la rejilla del horno, sólo tenéis que colocarla en alto apoyada por ejemplo sobre unos vasos para que nuestras galletas de enfríen también por abajo, es importante que se enfríen todas por igual. Al sacarlas del horno estarán un poco blandas, es normal, cuando se enfrían se endurecerán, no cometáis el error de dejarlas en el horno unos minutos más ya que cuando se enfríen estarán demasiado duras. Servir con un buen vaso de leche fría.


ANOTACIONES Y CONSEJOS
La masa de las galletas se puede hacer hasta con dos o tres días de antelación. Siempre que esté guardada en la nevera y envuelta en plástico podréis utilizarla cuando queráis

Quesada casera

Ingredientes:
400 gr. de queso crema del tipo Philadelphia.
175 gr. de azucar.
100 gr. de harina.
50 gr. de mantequilla.
3 huevos medianos.
Ralladura de 1 limón.
2 g. de canela.



Quesada casera, preparación:
En un bol amplio batimos los huevos, sin dejar de batir añadimos el azúcar y la mantequilla derretida, si tenemos un buen batidor veremos que se nos queda como una emulsión. Añadimos el queso y lo batimos bien hasta que quede una crema sin grumos, añadimos la ralladura de limón y la harina con la canela en polvo.
Untamos el molde con mantequilla y espolvoreamos con harina, vertimos el preparado y metemos al horno previamente calentado a 180º, con el fuego encendido arriba y abajo.
Lo tenemos unos 35 minutos y comprobamos. Cuando esté hecho tenemos la opción de espolvorear canela por encima y además podemos incluso tostarlo un poco con el gratinador, eso ya lo dejo a vuestra elección porque algo tendréis que hacer no?. Yo le añadí un poco de azúcar por encima que luego he quemado con el soplete formando una capa de caramelo.


Batido de Fresas Light




Es prácticamente imposible con la llegada del calor resistirse a un buen batido fresquito. Este batido que te proponemos tan solo tiene 100 calorías por lo que es ideal para tomar un snack natural a media mañana o como merienda.
La leche desnatada tiene un aporte casi nulo de grasa mala y colesterol. Después de tomar este batido no volverás a comprar los ya elaborados.

INGREDIENTES [1 copa]:
Fresas - 10 unidades
Leche desnatada - 1 vaso
Edulcorante de estevia o azúcar moreno - Al gusto

ELABORACIÓN DEL BATIDO DE FRESAS LIGHT
Lavamos las fresas con abundante agua bajo el grifo. Cortamos y desechamos las hojas verdes.
Vertimos la leche desnatada en el vaso de la batidora
Cortamos las fresas en trozos pequeños para facilitar el triturado y las añadimos al vaso.
Por último, añadimos la estevia (o en su defecto, el azúcar moreno, según gustos).
Trituramos hasta eliminar los grumos y dejar el batido líquido.
A la hora de servir, podemos decorar el vaso con dos pajitas y una rodaja de fresa cortada hasta su mitad colocada en el borde de la copa.

ANOTACIONES Y CONSEJOS
Hemos elegido la estevia puesto que es un edulcorante natural con cero calorías, pero, por supuesto podremos sustituirla por el azúcar moreno que siempre será una elección bastante más sana que el azúcar blanco que es más refinado y químico.

Cupcakes de limón




Si hace unas semanas os presentábamos nuestra receta de los cupcakes de galletas Oreo, hoy os traemos otra receta de cupcake pero, esta vez, de limón. En esta ocasión, los hemos acompañado, como no podía ser de otra manera, de una cremosa y rica buttercream de limón.

Si queréis aprender a elaborar otros ricos postres, os invitamos a visitar nuestra sección de dulces.


INGREDIENTES [Para 6 cupcakes]:
Mantequilla - 75 gramos
Azúcar - 100 gramos
Harina de trigo - 125 gramos
Huevo - 1
Levadura química - 1 cucharadita
Ralladura de limón - 1
Zumo de limón - 2 cucharadas
Leche - 60ml

Buttercream:
Mantequilla - 150 gramos
Azúcar glas - 150 gramos
Zumo de limón - 3 cucharadas


ELABORACIÓN DE LA RECETA CUPCAKES DE LIMÓN
Precalentamos el horno a 180°C.
En un cuenco, batimos, con la ayuda de un batidor de varillas manual, la mantequilla junto con el azúcar hasta obtener una textura ligera y espumosa.
Sin dejar de batir, añadimos el huevo y continuamos batiendo hasta que se incorpore a la mezcla.
Una vez que hemos incorporado el huevo, añadimos la ralladura del limón y mezclamos.
En otro cuenco, tamizamos la harina y la levadura en polvo y las incorporamos despacio, y sin dejar de batir, a la mezcla anterior. Continuamos batiendo hasta que la harina quede incorporada.
Por último, añadimos la leche y seguimos batiendo hasta conseguir una masa homogénea.
Repartimos la masa en los moldes, hasta dos tercios de su capacidad total.
Horneamos durante 20-25 minutos. Para saber si nuestros cupcakes están listos, los pinchamos con un palillo; si al sacar el palillo está seco, ya están cocidos, sin embargo, si el palillo presenta restos de masa cruda deberemos prolongar la cocción un poco más.
Sacamos los cupcakes del horno y los dejamos enfriar durante 5 minutos en el molde de metal. Luego los pasamos a una rejilla para que se enfríen completamente.
Preparación de la buttercream:
Ponemos el accesorio de varillas en nuestra batidora eléctrica o robot de cocina.
Ponemos la mantequilla en un cuenco y batimos hasta que tenga una consistencia esponjosa. En ese momento, añadimos el azúcar glas tamizado y volvemos a batir a baja velocidad.
Una vez que el azúcar se haya incorporado, aumentamos la velocidad y batimos durante 5 minutos.
Añadimos el zumo de limón, poco a poco, siguiendo estos pasos: añadimos una cucharada de zumo de limón y batimos, cuando se incorpore a la mezcla, añadimos otra cucharada y volvemos a batir. Repetimos con la tercera cucharada. Metemos en la nevera durante 1 hora.
Cuando los cupcakes estén completamente fríos se pueden decorar con la buttercream.


ANOTACIONES Y CONSEJOS
Si estamos en una época del año con altas temperaturas, debemos tener la buttercream bien fría antes de comenzar a decorar nuestros cupcakes.
Se puede sustituir el zumo de limón por esencia de limón, en este caso, utilizaremos una cantidad inferior. Siempre al gusto.
También podemos cambiar el limón por cualquier otro cítrico; naranja, mandarina, kumquat…

Chuletas de cerdo a la sidra





Me gustan las recetas en las que todos los ingredientes se preparan en el mismo recipiente, como esta receta de chuletas de cerdo a la sidra con patatas. Las fuentes de barro siempre me trasladan a la cocina más tradicional, y seguro que la receta ganaría mucho preparada sobre fuego en lugar de vitrocerámica, o con uno de esos fantásticos hornos de leña que todavía se ven en muchos pueblos.

El plato está inspirado en una receta de Sònia L’Exquisit, que me gustó especialmente por cocinar la carne con sus patatas en la misma cazuela. Tiene razón ella en que al cocinar de este modo las chuletas, conseguimos que queden jugosas y tiernas, y conseguimos sacar la guarnición al mismo tiempo. Si os queda alguna botella de sidra por casa que no termina de gastarse, esta receta es ideal para darle salida.
Ingredientes para 2 personas
2 chuletas de cerdo grandes, 
1 patata bien grande, 
1 cebolla dulce, 
200-250 ml de sidra, 
1-2 cucharadas de mezcla de hierbas provenzales (romero, tomillo, salvia, perejil, mejorana…), ajo granulado, pimienta negra, sal y aceite de oliva virgen extra.

Cómo hacer chuletas de cerdo a la sidra con patatas
Precalentar el horno a 160ºC y engrasar una cazuela de barro o similar. Lavar, pelar y cortar la patata en rodajas finas. Cortar la cebolla dulce en juliana. Mezclar, sazonar con un poco de hierbas, un poco de aceite y salpimentar.
Cubrir la fuente con la mezcla de patata y llevar al horno unos 10 minutos. Calentar un poco de aceite en una sartén y dorar las chuletas de cerdo un par de minutos por cada lado.Salpimentar y retirar. Sacar la fuente del horno, retirar una parte de las patatas y colocar las chuletas. Cubrir con el resto.
Sazonar con un poco más de hierbas y ajo granulado. Cubrir con la sidra, reservando una parte. Devolver al horno y cocinar durante unos 90 minutos, vigilando de vez en cuando el nivel de líquido. La carne tiene que estar tierna y las patatas muy blanditas y doradas.



Tiempo de elaboración | 2 horas
Dificultad | Fácil
Degustación

Para disfrutar de esta receta de chuletas de cerdo a la sidra con patatas no hay más que servir repartir las raciones de carne y patatas bien calientes. Podemos dejar la fuente dentro del horno apagado unos minutos para que se asienten los sabores y se temple un poco, manteniéndola caliente. Con una ensalada de primer plato tendremos un menú completo muy nutritivo.

Anatomía del jamón


Leche frita




Es un dulce típico de la gastronomía española aunque no puede precisarse la región de procedencia. Fácil de elaborar y nutritivo con el que sorprenderéis a vuestros comensales con un postre diferente elaborado a base de harina y azúcar.

INGREDIENTES [4 personas]:
1 Litro de leche entera
6 cucharadas soperas de maizena
6 cucharadas soperas de azúcar
100 gramos de harina
100 gramos de azúcar para rebozar
1 huevo
Aceite de girasol
1 cucharada pequeña de canela

ELABORACIÓN DE LA RECETA
1. Ponemos toda la leche en una cazuela a calentar a fuego lento, añadimos las 6 cucharadas de azúcar y las de maizena. Vamos removiendo con una cuchara de madera, hasta que empiece a espesar bastante y justo antes de que empiece a hervir. Si nos quedan algunos grumos podemos batir unos minutos con la batidora pero con mucho cuidado con las salpicaduras.
2. Apartamos del fuego y echamos en un molde rectangular (si no tenemos pues nos servirá perfectamente un molde plano y ancho) para que se enfríe y se quedo solido. Dejamos enfriar como mínimo 1 hora en el frigorífico
3. Preparamos el plato con la harina y otro con el huevo batido. Con un cuchillo cortamos en cuadrados iguales, ayudándonos de una espátula y rebozamos primero en harina y luego en huevo.
4. En una sartén amplia calentamos dos dedos de aceite de girasol y cuando este humeante vamos colocando con cuidado los cuadrados de leche, friéndolos unos minutos por ambos lados hasta que tengan un color dorado
5. Sacamos en una fuente en la que habremos colocado papel de cocina para que absorba el sobrante de aceite. En otro plato mezclamos el azúcar con la canela, cogemos los cuadrados de leche frita y rebozamos por ambos lados.
6. Vamos colocando todo en una fuente plana y podemos disfrutar de nuestra leche frita tanto templada como fría.

Bizcocho o bizcochuelo marmolado con chocolate




Este bizcocho o bizcochuelo es una variación de la receta de bizcocho clásico, dividiendo la masa en dos y agregando chocolate a una de las partes, logramos este efecto tan divertido.
Además, puedes presentarlo con chocolate líquido vertido por encima para hacer más sabroso si cabe, este bizcocho tierno y muy fácil de preparar.

INGREDIENTES [4 personas]:
Azúcar - 200 gramos
Harina - 150 gramos
Mantequilla - 150 gramos
Huevos - 3 unidades
Levadura química - 15 gramos
Chocolate para postre - 150 gramos
Sal - 1 pizca

ELABORACIÓN DEL BIZCOCHO O BIZCOCHUELO MARMOLADO
Colocamos el chocolate troceado y 50 gramos de mantequilla en un bol, tapamos y fundimos en el microondas un minuto. Removemos y comprobamos si necesitamos introducir unos segundos más (dependerá de la potencia del microondas) hasta que se funda completamente. Reservamos.
Separamos en dos cuencos las claras de las yemas. Batimos con unas varillas las yemas con el azúcar hasta conseguir que quede una consistencia cremosa. Añadimos 100 gramos de mantequilla (la habremos fundido en el microondas previamente unos 20 segundos aproximadamente) , la harina y la levadura.
Con las varillas eléctricas batimos ahora las claras con un pizca de sal hasta que queden firmes, a punto de nieve. (el truco para comprobar si están perfecta, es conseguir volcar el cuenco del revés y que no se caigan).
Vamos añadiendo las claras despacio y sin remover demasiado (para que no baje la textura del punto de nieve) al cuenco de las yemas.
Separamos el resultado en dos mitades. En una de ellas añadimos y mezclamos bien con el chocolate fundido.
Preparamos un molde rectangular (optativo) untado con un poco de mantequilla para que no se pegue o colocamos una hoja de papel vegetal (más recomendable ya que de está manera nunca se pega y sale perfecto).
Vertemos las dos mezclas de forma alterna, para que al hornearse se combinen los dos colores.
Precalentamos el horno 15 minutos a máxima potencia. Horneamos el bizcocho a 180ºC durante 45 minutos. Comprobamos pinchando con un tenedor y sí sale limpio significa que ya lo tendremos listo. Si no pues lo dejamos unos 10 minutos más.
Sacamos del horno y dejamos enfriar, retiramos el papel y troceamos en rebanadas y servimos conchocolate líquido templado.

ANOTACIONES Y CONSEJOS
Podemos aromatizar nuestro bizcocho con ralladura de limón, vainilla o canela. Recomiendo servir el chocolate líquido templado aparte y que cada comensal añada la cantidad que le apetezca.
De cualquier manera será un capricho para nuestro paladar

Calamares a la romana



Hoy os traemos un plato típico de muchos países de la zona del Mediterráneo, se trata de unos calamares rebozados, también llamados "a la romana". Se suelen servir como tapa o aperitivo acompañados de unas rodajas de limón. A lo largo y ancho del territorio español, no hay bar que se precie que no ofrezca esta deliciosa preparación. En algunas zonas es también típico servirlos dentro de un bocadillo.

El calamar es un ingrediente muy utilizado en la gastronomía de muchos otros países. Es muy típico prepararlo acompañado de salsas típicas de la región, así, en países como México se preparan con tabasco u otras salsas picantes, en algunas regiones de China se pican los calamares y se mezclan con diversos ingredientes como chili, sal y harina. En Perú, los calamares se sirven con yuca sancochada, salsa criolla y rocoto, que es un tipo de pimiento picante muy tradicional de la cocina peruana.

La elaboración de esta receta pasa por limpiar los calamares y cortarlos en anillas que, tras ser rebozadas, se fríen en abundante aceite. El rebozado es la clave para lograr un magnífico resultado. Para prepararlo podéis hacer uso de harina de trigo, o, si queréis aportar un extra de sabor, os aconsejo el uso de harina de garbanzos. En Cocina Casera podéis encontrar varias fórmulas para preparar distintos tipos de mezcla en la que rebozar distintos productos, podéis ver distintos tipos en nuestras recetas de aros de cebolla y de alcachofas rebozadas. Os sugiero que probéis diversas recetas hasta dar con la que más se adapte a vuestros gustos.

Si os gustan los platos elaborados con calamares en nuestra página podéis encontrar otras recetas, entre las que destacan la de calamares guisados y la de calamares en su tinta.

Ingredientes [Para 2 personas]:
Calamares medianos - 2 unidades
Huevo - 1 unidad
Harina de trigo - 140 gramos
Sal - al gusto
Levadura química (polvos de hornear) - 5 gramos
Agua - 150 gramos
Aceite de oliva - 10 gramos
Aceite - para freír


Elaboración de la Receta
Para esta receta podemos comprar los calamares limpios y cortados en aros o podemos comprarlos enteros. Nosotros hemos preferido partir de calamares enteros, para asegurarnos la frescura del producto. Para limpiarlos, procedemos como sigue: retiramos los tentáculos con cuidado de no romper la bolsa con la tinta que hay a continuación de la cabeza. Retiramos también la pluma o concha, que es una lámina transparente que parece un trozo de plástico. Extraemos la boca o pico, que está situada en el centro de la base de los tentáculos. Retiramos la piel y las aletas. Le damos la vuelta al calamar introduciendo un dedo por el extremo puntiagudo que esta cerrado, el más cercano a la zona donde estaban las aletas. Con esta acción, podemos lavar fácilmente su interior. Tras lavarlo, lo secamos con papel absorbente y volvemos a darle la vuelta. Ya lo tenemos listo. En el vídeo que os compartimos se ve con detalle todo el proceso de limpieza y lavado del calamar, por lo que os recomiendo que lo visionéis antes de comenzar la faena.
Una vez que tenemos los calamares limpios, los cortamos en aros de, aproximadamente, un centímetro de ancho. Si las aletas son muy grandes las podemos cortar también por la mitad.
A continuación, cascamos el huevo, lo ponemos en un cuenco y lo batimos con un batidor.
Vertemos en el cuenco el agua y seguimos batiendo para que se mezcle con el huevo.
Añadimos la levadura química y la sal y continuamos batiendo.
Seguidamente, añadimos la harina, poco a poco, mientras continuamos removiendo con la varilla para que la harina se incorpore homogéneamente y no forme grumos.
Una vez que hemos incorporado toda la harina, vertemos en el cuenco el aceite y mezclamos para que se incorpore a la mezcla.
Ponemos a calentar abundante aceite en una sartén. Es preferible que, si lo podéis conseguir, hagáis uso de aceite de oliva virgen extra.
Ponemos en el cuenco un puñado de aros de calamar y mezclamos con una cuchara para que se impregnen de la mezcla.
Cuando el aceite esté bien caliente, escurrimos ligeramente unos cuantos aros y los echamos a la sartén. Es importante freír los calamares por tandas. Los cocinamos por ambos lados hasta que adquieran un bonito dorado.
Una vez que estén listos, los retiramos de la sartén y los ponemos sobre papel absorbente.
A los pocos segundos, servimos mientras aún están calientes.


Anotaciones y Consejos
Una vez que tengáis los calamares limpios, podéis cortarlos en aros y congelarlos para tenerlos a punto para cualquier ocasión.
Es importante que a la hora de proceder a freírlos, el aceite tenga una buena temperatura, ya que si está poco caliente el rebozado lo absorberá y obtendremos unos calamares poco agradables. En este sentido, y buscando también que no se produzca una bajada muy brusca de la temperatura durante la fritura, es importante que friamos los aros de calamar por tandas.
Este plato debe ser consumido recién hecho, ya que, con el paso de las horas, el rebozado se reblandece perdiendo su característica textura crujiente.

Lomo de cerdo asado con patatas






¡Muy buenas tardes! Una de las nuevas recetas que vamos a tener hoy, es este lomo al horno con mostaza y patatas que nos trae Patty Frattini desde su blog “La taza de loza“, donde encontraréis un gran número de recetas útiles para el día a día. También podéis seguirla en su página de Facebook para estar al tanto de todas las recetas nuevas que vaya haciendo.


Lomo de cerdo asado con patatas, la receta:

Esta es una receta que hago con cierta frecuencia, por fácil, sencilla y rápida. Es una buena idea hacerla para tenerla fría en el frigorífico durante el fin de semana ya que nos sacará de más de un apuro, como por ejemplo para hacernos un sandwich o un bocadillo o simplemente cortar y servir con patatas chips o un poco de ensalada.
Hace falta una buena cinta de lomo de cerdo, mostaza de Dijon o alguna un poco fuerte, aceite, sal y pimienta negra recién molida. Se acompaña con patatas al horno o ensalada, o arroz blanco, o verdura hervida para el que quiera mantener la línea y listo.
Lomo de cerdo asado con patatas, ingredientes:
1,2 kg. de Cinta de cerdo en una pieza
2 cucharaditas pequeñas de Mostaza de Dijon (o alguna fuerte)
3 cucharadas de Aceite de Oliva
Sal y pimienta negra recién molida
Patatas
Mantequilla para poner encima de las patatas

Lomo de cerdo asado con patatas, preparación:

Lavamos la pieza de Cinta de cerdo y la secamos un poco con papel de cocina, la untamos por los dos lados con un poco de mostaza, echamos la sal y la pimienta. Añadimos a continuación un poco de aceite por encima, con unos finos hilos es suficiente. La metemos en horno caliente a 175/ 180 grados durante unos 45 minutos.



Si ponemos patatas, las dejamos con piel si son nuevas, si son viejas hay que pelarlas y dejarlas enteras o a trozos grandes. Las patatas solo las haremos para comer este plato en el mismo día, ya que aunque sí la carne se puede guardar en el frigorífico no pasa igual con las patatas que ya del mediodía a la noche están algo secas y quizá duras. El corte que les hago a las patatas es como si fuesen a rodajas finas pero sin llegar abajo del todo, es decir la patata continúa en una sola pieza. Cuando lo veamos hecho lo apagamos y lo dejamos templar un poco antes de cortar.

Lomo de cerdo al horno



Hoy os traigo una receta de lomo de cerdo al horno, un plato muy sencillo de elaborar con el que se obtiene una carne sumamente sabrosa y tierna. De entre todas las posibles formas de cocinar esta parte del cerdo, la cocción al horno es una de las que mejores resultados da, puesto que respeta al máximo las cualidades de la carne, sobre todo en lo que se refiere a jugosidad. Jugando con las temperaturas, tanto la de horneado, como la temperatura interna que registra la pieza, podemos obtener distintos resultados. Al final de la receta, en el apartado de anotaciones y consejos, os hablo un poco más a cerca del tema de la temperatura. Este plato se suma a otras elaboraciones con cerdo que os hemos ido compartiendo durante todo este tiempo, como, por ejemplo, nuestros libros de lomo rellenos de queso.

Una de claves para obtener una carne llena de sabor es acompañarla, durante el horneado, de distintos ingredientes, entre los que destacan; el aceite, las especias, las hierbas aromáticas, los zumos de cítricos (naranja, limón, lima, etc), la miel o los distintos siropes vegetales, etc. Probad a hacer todo tipo de combinaciones. Personalmente me encanta añadir a la mezcla alguno de los ingredientes dulces mencionados, como la miel, ya que aportan un contraste de sabor delicioso. Se puede preparar también un adobo en el que poner la carne durante varias horas, como hacíamos en el caso de nuestro pollo tandoori, u otro con el que pincelarla antes del horneado como en el caso de nuestro asado vegano.

Ya os dejo con el paso a paso de la receta, recordad que para obtener platos de calidad hay que hacer uso de ingredientes de primera, y tratar éstos con el mimo que merecen. Poner amor en todo lo que hacemos es la clave para lograr buenos resultados.

¡Comenzamos!


Ingredientes [Para 4 personas]:

Lomo de cerdo - 1 kilo
Salsa de mostaza - 2 cucharadas grandes
Miel - 2 cucharadas
Sal - al gusto
Pimienta negra - al gusto
Dientes de ajo - 4 unidades
Zumo de naranja - 200 mililitros
Aceite de oliva - 1 cucharada grande



Elaboración de la Receta

En primer lugar, pelamos los dientes de ajo, los cortamos por la mitad y los echamos en el mortero. Machacamos éstos hasta que queden reducidos a trozos pequeños.
Añadimos al mortero la mostaza y la miel. Mezclamos con la ayuda de una cuchara para que todos los ingredientes se integren dando lugar a una salsa de textura basta.
A continuación, añadimos un poco de zumo de naranja y mezclamos. Reservamos.
Cogemos nuestra pieza de lomo y la salpimentamos por ambos lados.
Calentamos un poco de aceite de oliva en una sartén. Cuando esté caliente, introducimos la pieza de lomo y la cocinamos por todos lados hasta que coja un bonito color dorado. No se trata de cocinarla para que se haga por dentro, simplemente la marcamos para sellarla y que coja un poco de color.
Precalentamos el horno a 170ºC.
Una vez que hemos sellado la carne, la ponemos en una fuente para horno y la regamos con el contenido del mortero. Echamos también en la fuente el resto de zumo de naranja.
Llevamos la fuente al horno y horneamos, a 170ºC, durante, aproximadamente, 75 minutos. Si tenéis un termómetro con sonda, lo ideal es que controléis la temperatura interna de la carne. Cuando ésta alcance los 60-62ºC ya está lista. Durante el horneado, sacamos la fuente del horno cada 15 ó 20 minutos, le damos la vuelta a nuestra pieza de lomo y la regamos con el caldo de la fuente.
Una vez que nuestro lomo está cocido, lo sacamos del horno y lo cortamos en finas lonchas que servimos de inmediato.



Anotaciones y Consejos

Si no tenéis miel, o, sencillamente, no os gusta, podéis sustituirla por algún tipo de sirope vegetal, como el de ágave, o el de arroz, o por un poco de melaza de caña.
Os recomiendo que exprimáis en casa naranjas, ya que los zumos comerciales no tienen nada que ver en sabor con el jugo de una naranja recién exprimida. Si no tenéis más remedio, y hacéis uso de zumo comercial, es aconsejable disminuir un poco la cantidad de endulzante (miel o sirope) de esta receta ya que los zumos comerciales suelen llevar azúcar.
Marcando la pieza de lomo en la sartén se consigue que su superficie quede relativamente sellada, lo que disminuye la pérdida de los jugos del interior de la pieza, por lo que ésta queda mucho más sabrosa. En cualquier caso, podéis prescindir de este paso y poner el lomo directamente en el horno.
Una de las claves para que este lomo quede muy jugoso es hornearlo a una temperatura suave. Nosotros hemos cocinado la pieza a 170ºC, si tenéis tiempo, podéis cocinarlo a menor temperatura. No os aconsejo que, para ganar tiempo, aumentéis la temperatura, ya que el resultado será una carne más seca.
La mejor manera de controlar el punto de cocción es haciendo uso de un termómetro con sonda. Si queréis obtener una carne con un interior muy rosado, os aconsejo que la retiréis del horno cuando el interior de la pieza registre una temperatura de 55ºC. Si, por el contrario, os gusta más hecha, retiradla cuando alcance los 60ºC, punto en el que aún mantendrá un ligero tono rosado.