Cheesecake de mango

Triturar muy fino las galletas en una picadora o echándolas en una bolsa y pasando un rodillo por encima.
Desmigar con las manos los sobaos, magdalenas o bizcochitos. Añadirlos a las galletas molidas.
Derretir la mantequilla en el microondas a máxima potencia (800w), durante 20 segundos. Verter sobre la mezcla anterior de galletas y sobaos. Remover bien.
Cubrir con la masa de galletas un fondo de molde redondo desmontable de 17-18 cm diámetro, previamente engrasado o con papel de horno. Extender bien y apretar la masa con una cuchara.
Precalentar el horno a 180º durante 10 minutos.
Introducir el molde con la base de galletas en el horno y cocer a 180º, unos 10 minutos.
En cuanto se temple un poco, meter en el frigorífico para que se enfríe más rápido la base.





Elaboración del relleno

Poner a hidratar las láminas de gelatina en un poco de agua fría.
Calentar a fuego medio, en un cazo, los 135 ml de agua junto con el zumo de limón, hasta que se caliente un poco.
Escurrir bien las hojas de gelatina y añadirlas a la mezcla anterior. Remover bien ya fuera del fuego. Reservar.
Aparte batir con unas varillas el queso con el azúcar glás, hasta que quede una crema untuosa. Reservar.
Pelar el mango y cortar en dados pequeños.
Triturar con la batidora la mitad del mango con la mezcla reservada de agua, limón y gelatina. Pasar por un colador el puré obtenido para eliminar las posibles hebras del mango.
El resto de trocitos de mango, los guardaremos para la decoración de la tarta.
Mezclamos la mitad del puré de mango con la crema de queso y la otra mitad, la reservamos.
Montar la nata a punto de nieve firme y unirla a la crema de queso y mango. Mezclando suavemente con una paletina o lengua, realizando movimientos envolventes de abajo hacia arriba para que no se baje la nata.
Verter suavemente sobre la base de galletas que teníamos enfriando en el frigorífico.
Dejar cuajar una noche entera la tarta en el frigo, tapada con film transparente.
Cuando la tarta esté totalmente cuajada y antes de desmoldar, echar por encima la mitad del puré de mango y los daditos de mango reservados, para la decoración final.
Volver a enfriar 1 o 2 horas en el frigorífico, hasta que la superficie del cheesecake se solidifique.
Desmoldar y servir. Riquísima!