Pastel de brebras y requesón










RACIONES: 8
TIEMPO: 30 minutos + 1 hora de nevera
DIFICULTAD: muy fácil
COSTE: bajo
CONSERVACIÓN: 3 días en nevera, no admite congelación

INGREDIENTES
15 brevas
300 gr de requesón
200 gr de nata para montar
3 claras
1 yema
150 gr de azúcar glass
8 hojas de gelatina neutra
Opcional: miel de caña

ELABORACIÓN
1. Pelar las brevas y abrirlas a la mitad verticalmente. Colocarlas sobre toda la base y los laterales de un molde redondo con la parte interna de la breva mirando hacia fuera, es decir, que las semillas internas del fruto queden hacia las paredes y base del molde. Reservar en la nevera.
2. Poner las hojas de gelatina en remojo en agua fría. Y reservar 50 ml de la nata para luego diluirlas.
3. Batir el resto de la nata junto con 75 gr de azúcar glass hasta que coja cuerpo y mezclar con la yema.
4. Batir las claras a punto de nieve e incorporar los otros 75 gr de azúcar glass. Batir hasta formar un merengue.
5. Calentar ligeramente los 50 ml de nata que habíamos reservado y diluir en ella las hojas de gelatina remojadas y escurridas.
6. Ahora mezclar las preparaciones: a la nata montada añadirle la nata con gelatina y mezclar, de seguido incorporar el requesón y mezclar, por último incorporar el merengue con delicadeza y mezclar.
7. Verter esta crema sobre el molde con las brevas y volver a reservar en la nevera un mínimo de 1 hora hasta que la gelatina haga efecto.
8. Desmoldar y opcionalmente podemos servirlo acompañado con miel de caña. El contraste de sabores es exquisito.




SUGERENCIAS Y CONSEJOS
Como la temporada de brevas es corta y ya está tocando su fin. Aconsejo hacerlo también con higos frescos pues el resultado es casi idéntico.
Es muy fácil y rápido pues al tratarse de un pastel frío no necesita técnicas de cocción. La única problemática que se plantea sea quizás a la hora de montar el merengue y/o la nata:
La nata se aconseja que esté bien fría para batirla y que coja cuerpo antes de empezar a añadir el azúcar; también facilita el batido un bol de inox bien frío.
Para el merengue se aconseja que las claras estén a temperatura ambiente y batirlas siempre en el mismo sentido no más de 6 minutos y en un bol de inox escrupulosamente limpio. Primero hay que hacerlas espumar a punto de nieve y de seguido incorporar el azúcar en forma de lluvia poco a poco sin dejar de batir, pero... ¿por qué? Porque el azúcar deshidrata las proteínas. Si el azúcar, que no contiene agua, toma contacto con las proteínas, el agua de éstas tiende a separarse para disolver al azúcar. Por tanto si se añade demasiado pronto, impide la formación de espuma y las claras de huevo o no se montan o lo hacen con dificultad.

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