Tarta de requesón casera





Una tarta deliciosa y novedosa que nunca había probado, nada más tomarla la tuve que realizar para vosotros y.. dicho y hecho! Aquí tenéis la receta de tarta de requesón, un sabor digno de las mejores tartas de queso, puede ser otras que ya os mostré en su día: La tarta de queso de arándanos o la Tarta de queso y chocolate.

Para los más dulces, recuerda que podrás servirla acompañada de una buena mermelada, o chocolate caliente a modo de cobertura. Si no te gustan las tartas de queso, recuerda que tengo a tu disposición otras como la Tarta de Manzana o la Tarta de Santiago, recetas de cocina deliciosas y para todos los gustos.


INGREDIENTES [1 tarta para 4 comensales]:
Requesón 0 % en grasa – 250 gramos
Yogur natural desnatado – 1 unidad
Huevos – 2 unidades
Levadura química – 2 cucharadas pequeña
Ralladura de limón – de 1 unidad
Azúcar – 1 medida equivalente al vaso del yogur
Harina – 1 medida equivalente al vaso del yogur
Leche desnatada – 1 medida equivalente al vaso del yogur
ELABORACIÓN DE LA RECETA
1. Precalentamos el horno 15 minutos a 220ª C. Introducimos todos los ingredientes en el vaso de la batidora y batimos hasta conseguir una mezcla bien homogénea.
2. En un molde para bizcochos, colocamos una hoja de papel vegetal y añadimos la mezcla. Horneamos durante 45 minutos a 180º Grados. Para comprobar si está en su punto, la pinchamos con la ayuda de un pincho o tenedor y si sale limpio significa que nuestra tarta esta lista.
3. Dejamos enfriar en el horno durante 20 minutos aproximadamente y sacamos del horno. Dejamos enfriar totalmente y desmoldamos.
4. La podemos servir cubierta con mermelada de arándanos o servir sola con la mermelada aparte.

ANOTACIONES Y CONSEJOS
Hemos elaborado la tarta con productos bajos en grasas, pero obviamente la podemos realizar con productos enteros.
La mermelada puede ser la fresa, frutos rojos, frambuesa y además es opcional, dependiendo de las calorías que nos podamos permitir.
Es una tarta deliciosa para desayunos o meriendas…. acompañado de un chocolate caliente ya sería alcanzar el cielo