400 ml. de leche.
200 ml de leche condensada.
65 gr. de harina de maíz (maicena).
La piel de un limón.
1 rama de canela.
Aúcar y canela en polvo.
De los 400 ml. de leche, apartamos un vaso y el resto lo ponemos en un cazo con la leche condensada, la rama de canela y la piel de limón.
Llevamos a ebullición y retiramos y reservamos. (Quitamos la canela y la piel de limón).

En un bol, mezclamos la harina de maíz con el vaso de leche reservado.
En un bol, mezclamos la harina de maíz con el vaso de leche reservado.
Mezclamos bien que no queden grumos y añadimos la mezcla a la leche hervida antes y que tenemos reservada.
Cocinamos a fuego lento, removiendo continuamente hasta ver que se espesa.

Vertemos en una bandeja y dejamos enfriar hasta que cuaje.

Hacemos porciones.

Rebozamos primero por harina y después por el huevo batido.

Freímos en aceite de oliva caliente hasta que se doren.
Vertemos en una bandeja y dejamos enfriar hasta que cuaje.
Hacemos porciones.
Rebozamos primero por harina y después por el huevo batido.
Freímos en aceite de oliva caliente hasta que se doren.
Vamos retirando y colocando sobre papel absorbente.

Preparamos una mezcla con el azúcar y la canela en polvo y vamos pasando por ella las porciones de leche frita.

Preparamos una mezcla con el azúcar y la canela en polvo y vamos pasando por ella las porciones de leche frita.