Proceso de envasado para conservas caseras

Proceso de envasado
– Elección de alimentos que se van a conservar ha de ser cuidadosa. Las frutas y verduras por ejemplo tienen que estar muy limpias, sin parásitos y ni demasiado verdes (perderían sabor tras la conservación) ni muy maduras (se romperían facilmente).
– Los envases de cristal se deben lavar y esterilizar en agua hirviendo (5 minutos). Han de tener tapa hermética. Y , aunque se pueden utilizar frascos ya usados si los limpiamos bien, hay que tener cuidado con las tapas: si tiene abolladuras o están oxidadas, no servirán.
– Una vez los tarros se hayan rellenado, se presiona el producto pero se deja 2 o 3 cm. sin llenar porque el contenido se expande tras la cocción. Después se cierran herméticamente y se ponen en una olla con agua al baño maría. En el fondo de la olla colocaremos un paño de cocina y encima los frascos, de ese modo protegemos el cristal del contacto con la superficie del fondo de la olla que puede adquirir demasiado calor y estallar el cristal.
– El agua debe cubrir totalmente los botes, y deben cocer durante unos 15 minutos. Puede ser más tiempo, pero nunca menos. Con este paso se producirá el envasado al vacío.
– A continuación los frascos tienen que permanecer dentro de la olla hasta que adquieran la temperatura ambiente. Se retiran cuando estén templados y se dejan terminar de enfriar totalmente boca abajo para favorecer el completo sellado del bote.

¿Qué pasa cuando al dar vuelta los botes, éstos sueltan líquido del interior?
Pues que no han quedado bien cerrados, debes ajustar con firmeza la tapa y volver a repetir la operación desde el principio.
¿Has hecho algo mal? bueno, tampoco hay certeza de eso, pero cuando se están cerrando de este modo varios frascos siempre hay alguno que nos sale rana, bien porque la tapa no ajusta bien o porque hemos sido nosotros quienes no la hemos ajustado con fuerza.

– Etiquetamos con la fecha de envasado y nombre del producto y se guardan preferiblemente en un lugar cerrado y oscuro como puede ser una despensa.
– Es recomendable que las conservas se consuman en el año siguiente a su elaboración, pero en mi caso he tardado muchísimo más tiempo y estaban en perfectas condiciones.

Para quienes no lo habéis experimentado os invito a vivir el mundo de las conservas aunque sólo sea con la elaboración de dos frascos de mermelada, es fácil, entretenido y os vais a sentir felices del resultado. Y además, comeréis una conserva sin conservantes, valga la redundancia y eso además de sano tiene un sabor inigualable.


Si vais a comprar frascos, no olvidéis mirar en vuestra ferretería de barrio, recordad que los frascos sirven de un año para otro pero las tapas conviene comprarlas nuevas.