50 g de mantequilla
2 huevos
30 g de azúcar
90 g de leche o nata
1 chorro de anís
Una pizca de sal
400 g de harina (es orientativo, puede necesitarse más)
1 sobre de levadura de panadería (o 1 cubo de levadura fresca)
Azúcar glasé para espolvorear
-En un cuenco batí los huevos con el azúcar hasta que blanquearon, añadí la leche templada, la mantequilla derretida, un chorro de anís y un poco de sal, mezclé bien hasta que quedó una crema homogénea.
-Puse la harina sobre la crema y por último añadí la levadura de panadería, poco a poco fui mezclando la masa con movimientos envolventes ayudándome de una espátula de madera y cuando vi que la masa era más o menos manejable la puse en la encimera de la cocina (espolvoreada con harina) para seguir trabajando con ella.
-La amasé hasta que conseguí una bola que no se me pegaba a las manos, fui añadiendo harina poco a poco hasta conseguirlo, y la guardé en el cuenco dejándola levar casi dos horas.
-Cuando la vi lista la saqué del cuenco y volví a amasar para sacarle el aire.
-Para hacer las rosquillas cogía pequeñas porciones de masa, hacía una especie de churro y lo unía formando los roscos; puse la sartén a fuego medio (mi vitrocerámica tiene de 0 a 6, lo puse en el 4) con aceite de girasol y fui friendo las rosquillas por tandas, las saqué a una fuente con papel absorbente y cuando estuvieron todas listas y escurridas las espolvoreé con azúcar glasé.
Observaciones:
-La cantidad de harina es orientativa, dependiendo de la que se use se va a necesitar más o menos, se trata de conseguir una masa elástica que no se pegue a las manos.
-El aceite ha de estar caliente, pero no demasiado, si está con una temperatura muy alta hará que las rosquillas se tuestes mucho por fuera y queden crudas por dentro. Si está a una temperatura inferior a la necesaria las rosquillas absorberán mucho aceite. Mi vitrocerámica va del 0 al 6 y para hacerlas yo la pongo en el 4.
-Si se usa levadura fresca, esta se mezclará con la leche templada y se añadirá al resto de líquidos, luego se pondrá la harina y por último la sal. (No es recomendable que la levadura y la sal entren en contacto directo porque se puede estropear)