4 Huevos
2 cucharadas de azúcar por cada huevo y una más de regalo.
1 sobre de levadura
Un chorrin de anís
Harina ( la que admita)
Aceite de girasol para freír
Mezclar los huevos con el azúcar, cuanto más batamos mas esponjosas quedarán luego, así que sin prisa.
Después echamos la levadura y el chorrin de anís, seguimos batiendo y por último vamos poniendo harina hasta que la masa se quede manejable a las manos, tipo plastilina.
Enharinamos la mesa y nos enharinamos las manos ( esto es lo que más le ha gustado a Aitana...le dejaba manchar la mesa y no solo no le reñía sino que le decía que echase más, jajaja).
Vamos formando las rosquillas.
Ponemos una cantidad abundante de aceite de girasol en una sartén a fuego medio, y las vamos haciendo despacito para que nos queden bien hechas por dentro.